/ domingo 19 de enero de 2020

La rifa del avión presidencial, no es broma

Lo que comenzó como un argumento de campaña y luego se convirtió en uno de los spots más vistos en el pasado proceso electoral, hoy es uno de los tantos problemas que carga el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la venta del avión presidencial.

López Obrador ha rechazado utilizar el avión presidencial “José María Morelos y Pavón” para los viajes y giras presidenciales, ha dicho incluso que no se puede utilizar para trayectos cortos, cosa que es incorrecta, pues el avión presidencial durante el sexenio anterior tuvo vuelos en todo tipo de distancias.

Se anunció hace unos días que la aeronave presidencial viene de vuelta a nuestro país y después de estar “estacionado” varios meses en Estados Unidos se han gastado en el pago solamente de deuda más intereses 1833 millones de pesos y existe un pago al 2027 de 2 mil 724 millones de pesos, según dijo AMLO.

Lo que se planteó como una idea fácil de desarrollar no lo fue, hoy el avión presidencial le sigue costando a todos los mexicanos y no se utiliza por capricho presidencial, es probable que la mayoría de los mexicanos, quienes apoyan o no al presidente estuvieran de acuerdo que fuera uno de sus modos de transporte, tanto por seguridad como por logística.

El mandatario presidencial, en la mañanera del 14 de enero, señaló que no descarta la posibilidad de vender el avión entero o en partes, incluso rentarlo. Sin embargo, en la mañanera del 17 de enero señaló que otra de las posibilidades es sortearlo en la Lotería Nacional, de a 500 pesos el cachito.

Pareciera broma, de hecho, las redes sociales no esperaron, pues ante la idea de rifar el avión presidencial la lluvia de memes y burlas de muchos usuarios circulan. Sin embargo, muy a nuestro pesar, la idea de la rifa del avión no es una broma y López Obrador lo dijo con un tono se risa y seriedad.

Durante años se ha dicho que al presidente no se le dice que no, durante años se ha pretendido que los equipos del presidente sean un equilibrio para el ejercicio de gobierno, para la administración de la llamada Cuarta Transformación no aplica ninguno de estos dos elementos.

Nadie le dice que no al presidente, aunque sus dichos en ocasiones parecen un mal chiste y su equipo no es contrapeso para esos dichos, en ocasiones no están ni enterados de lo que dice, como le sucedió a Javier Jiménez Espriú cuando fue cuestionado sobre la rifa, quien se mostró sorprendido por la pregunta y de principio le pareció una broma.

El avión presidencial es uno más de los elefantes blancos que va cargando la 4T, es una promesa más de campaña que no se va a poder concretar. López Obrador es un gran candidato, pero hoy de presidente se enfrenta a la realidad de sus propios dichos. La campaña no es el ejercicio de gobierno.


Lo que comenzó como un argumento de campaña y luego se convirtió en uno de los spots más vistos en el pasado proceso electoral, hoy es uno de los tantos problemas que carga el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la venta del avión presidencial.

López Obrador ha rechazado utilizar el avión presidencial “José María Morelos y Pavón” para los viajes y giras presidenciales, ha dicho incluso que no se puede utilizar para trayectos cortos, cosa que es incorrecta, pues el avión presidencial durante el sexenio anterior tuvo vuelos en todo tipo de distancias.

Se anunció hace unos días que la aeronave presidencial viene de vuelta a nuestro país y después de estar “estacionado” varios meses en Estados Unidos se han gastado en el pago solamente de deuda más intereses 1833 millones de pesos y existe un pago al 2027 de 2 mil 724 millones de pesos, según dijo AMLO.

Lo que se planteó como una idea fácil de desarrollar no lo fue, hoy el avión presidencial le sigue costando a todos los mexicanos y no se utiliza por capricho presidencial, es probable que la mayoría de los mexicanos, quienes apoyan o no al presidente estuvieran de acuerdo que fuera uno de sus modos de transporte, tanto por seguridad como por logística.

El mandatario presidencial, en la mañanera del 14 de enero, señaló que no descarta la posibilidad de vender el avión entero o en partes, incluso rentarlo. Sin embargo, en la mañanera del 17 de enero señaló que otra de las posibilidades es sortearlo en la Lotería Nacional, de a 500 pesos el cachito.

Pareciera broma, de hecho, las redes sociales no esperaron, pues ante la idea de rifar el avión presidencial la lluvia de memes y burlas de muchos usuarios circulan. Sin embargo, muy a nuestro pesar, la idea de la rifa del avión no es una broma y López Obrador lo dijo con un tono se risa y seriedad.

Durante años se ha dicho que al presidente no se le dice que no, durante años se ha pretendido que los equipos del presidente sean un equilibrio para el ejercicio de gobierno, para la administración de la llamada Cuarta Transformación no aplica ninguno de estos dos elementos.

Nadie le dice que no al presidente, aunque sus dichos en ocasiones parecen un mal chiste y su equipo no es contrapeso para esos dichos, en ocasiones no están ni enterados de lo que dice, como le sucedió a Javier Jiménez Espriú cuando fue cuestionado sobre la rifa, quien se mostró sorprendido por la pregunta y de principio le pareció una broma.

El avión presidencial es uno más de los elefantes blancos que va cargando la 4T, es una promesa más de campaña que no se va a poder concretar. López Obrador es un gran candidato, pero hoy de presidente se enfrenta a la realidad de sus propios dichos. La campaña no es el ejercicio de gobierno.