Por Héctor Muñoz
México y la mayor parte del mundo están en las manos de unas cuántas farmacéuticas para dar la batalla contra el coronavirus, pero hasta el momento sólo se han acrecentado las expresiones de inconformidad de varios países por el incumplimiento de contratos en la entrega de vacunas, como ha sido el caso de Pfizer, que encabeza el control del mercado.
Sin duda, este sería un tema que podría imperar en la agenda del periodo ordinario que inicia este lunes en el Congreso, y en el que tanto Eduardo Ramírez, presidente del Senado, como Dulce María Sauri, presidenta de la Diputados la Cámara, deberán de tener aplomo para conducir los debates seguramente a distancia, y en el que el bloque opositor ha insistido que se transparenten los contratos en la compra de dosis.
De hecho, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, anticipó que se presentará una iniciativa para reducir el gasto público a los partidos políticos, a fin de destinar los recursos a la compra de vacunas y, por supuesto, el líder de bancada en San Lázaro, Ignacio Mier, tendrá que hacer su parte, ya que la propuesta por supuesto ya ha sido rechazada por la oposición.
Por ahora, los pocos laboratorios que han desarrollado la fórmula sólo han suscrito convenios con los gobiernos, sin embargo, establecen estrictas cláusulas de confidencialidad, que impiden conocer con certeza los recursos que se destinarán para su compra, el costo de cada dosis, el número, o incluso cómo se distribuirán, entre otros aspectos.
Pese a ello, panistas como la senadora Lilly Téllez, y Julien Rementería y la diputada Patricia Patrón Laviada, han exigido se den a conocer los términos de los contratos y han encontrado en el tema una bandera en pleno proceso electoral. Apenas, la Comisión Permanente desechó un punto de acuerdo para solicitar a las secretarías de Salud y de Relaciones Exteriores detalles de los procesos de adquisición y aplicación de la vacuna contra el Covid.
Además de los precios, normalmente también se mantiene en secreto la información relativa a la producción y logística, así como las conocidas cláusulas de responsabilidad, que estipulan límites a la responsabilidad de los laboratorios en el caso de posibles efectos adversos y se precisa que si hay diferencias, no las resolverán los tribunales nacionales, sino unas cortes especiales de arbitraje internacional.
Seguramente, no quitarán el dedo del renglón, menos ahora que Pfizer reprogramó la entrega de vacunas a México.
USE CUBREBOCAS SÁLVESE¡¡
RECUERDEN QUE LA MEJOR VACUNA CONTRA EL
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