Al Gral. y Lic. Alfonso Corona del Rosal
Es medio día, los pasillos lucen lustrosos porque su losa nunca antes había sido pisada. El tronido del torniquete se escucha por primera vez en la estación Chapultepec tras introducir el boleto que costaba 1 peso. El primer pasajero que ingresa es el presidente Gustavo Díaz Ordaz, quien dos años antes había ordenado la creación de un sistema de transporte masivo, rápido y barato en la Ciudad de México.
Y se había logrado: llega a la estación un lustroso tren construido en México gracias a la capacidad de los ingenieros del Instituto Politécnico Nacional y la tecnología de la francesa Bombardier, y el Presidente de la República y la comitiva hicieron el primer recorrido hasta la estación Zaragoza.
Ése fue el inicio de la obra de transporte más ambiciosa y efectiva que haya conocido la capital de la República y que desde el 4 de septiembre de 1969 ha dotado de viabilidad, sostenibilidad y desarrollo a esta urbe.
Conociendo la magnitud de este acontecimiento, los trabajadores del Metro han encabezado los actos no sólo conmemorativos, sino sobre todo de pertenencia, orgullo e impulso del tren naranja, ante los retos que en la actualidad enfrenta.
El pasado 14 de agosto, el Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo (SNTSTC) deleitó a los trabajadores y usuarios con un majestuoso concierto a cargo de la Banda Sinfónica de la Secretaría de Marina.
El sindicato a cargo del ingeniero Fernando Espino Arévalo, en las instalaciones del Metro Juanacatlán, rindió un homenaje a todos los trabajadores que han realizado una labor profesional y responsable diariamente desde hace 50 años, haciendo posible que el Sistema del Transporte Colectivo Metro pueda dar servicio los 365 días del año, a los 5.5 millones de mexicanos que ocupan este medio para transportarse por toda la ciudad y Oriente del Estado de México.
Marinos Mexicanos, Vals Sobre las Olas, Popurrí Éntrale en Ayunas, Si Nos Dejan, El Jinete, Mi Ciudad, El Huapango de Moncayo, Danzón No. 2 y Mambo No. 8 son algunas de las piezas que de manera magistral dirigió el maestro marino Hugo Maldonado Gudiño, y que alcanzaban a escucharse en los andenes y pasillos, creando una atmósfera de celebración y orgullo.
Con este acto hemos buscado ofrecerle a los compañeros trabajadores diversos eventos en los que el arte se exprese con calidad y alta emotividad, dijo el ingeniero Fernando Espino Arévalo. Y no le faltó razón.
El Metro no solo representa un medio de transporte para los mexicanos, sino también parte de la vida e historia de este país, ya que dentro de sus instalaciones cuenta con una diversidad cultural que le permite a todos los usuarios conocer parte de la historia nacional, desde monumentos históricos, murales, museos, exposiciones artísticas, hasta conciertos y proyecciones cinematográficas.
El Metro se ha convertido en un referente cultural para la sociedad mexicana, que ha sabido superar y afrontar las diversas problemáticas a lo largo de sus primeros 50 años de servicio, tiempo en el que que no ha habido ni un solo día que deje de dar servicio a la sociedad gracias al empeño, profesionalismo y capacidad de sus trabajadores.
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