/ lunes 22 de julio de 2019

Pulso CDMX | ¿Extinción o rebelión?

Hoy día, en la esfera mundial, la contaminación del aire mata a más personas que la guerra, la desnutrición o enfermedades como la malaria o el VIH/SIDA. Desertificación, incendios, inundaciones y demás catástrofes naturales: las consecuencias del cambio climático provocan y provocarán migraciones masivas por la inhabitabilidad de las tierras. Sin embargo, la ecología y la sustentabilidad siguen siendo ejes de acción tibios aislados en comparación a la urgencia ambiental…

A pesar de los acuerdos internacionales existentes, el desarrollo humano y sus modos de consumos extremadamente corrosivos para la naturaleza están acabando con el presente y el futuro de la biodiversidad. Los pactos globales de papel aún no han permitido contrarrestar la tragedia presente del sexto evento de extinción masivo: la destrucción del planeta, de sus especies, incluyendo la autoextinción vida humana.

Frente a ello, la sociedad civil juega un papel fundamental al exigir o generar información, tomar acciones contundentes y difundir los valores ambientales que contribuyan a cambiar el paradigma del desarrollo en los distintos ámbitos sociales, económicos, culturales, políticos o educativos. Nacido en Londres, y replicado en cada vez más ciudades, el movimiento Extinction Rebellion se erige contra la falta de compromiso y de acción rápida necesaria de los gobiernos. Apartidista, el colectivo busca la declaración oficial de un estado de emergencia climático, el fin de la emisión de gases de efecto invernadero y la conformación de una gran asamblea ciudadana global para el clima y el medio ambiente.

Mediante acciones mediáticas de desobediencia civil, las y los activistas piden a los gobiernos y al sector privado hacer de la cuestión ecológica la prioridad y el punto de partida de cualquier política o toma de decisión. Recientemente, se consolidó Extinction Rebellion Mexico: rebeldes por la vida (http://xrmexico.org/) que articula acciones estratégicas en varias zonas del país para el desarrollo bio social, de ecosistemas sanos, y de justicia socioambiental.

Es indispensable modificar drásticamente nuestros modos individuales y colectivos de consumo para salvar la vida en la tierra. Pero la respuesta de las autoridades tiene que estar a la altura de la intensidad de la crisis que todas y todos estamos provocando y padeciendo; una respuesta consciente, agresiva y honesta basada en la certeza científica y la inclusión desde las urbes. Las ciudades albergan las problemáticas, pero también los espacios de toma de decisión y pueden ser en muchos casos laboratorios de soluciones exitosas.

Es indispensable repensar el modelo de desarrollo de la Capital desde una visión atrevida e innovadora conyugando competitividad, ecología y bienestar social. Por la gravedad de su situación y sus características geográficas, geopolíticas, así como por la riqueza de sus expertos y de sus talentos humanos, la Ciudad de México puede ser punta de lanza nacional y mundial en la elaboración e implementación de un Plan de Emergencia Ambiental, por encima de cualquier otra acción pública, mediante la integración de un Gabinete estratégico abierto y una alianza con la sociedad.

Twitter: @aurel_gt

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