/ viernes 8 de diciembre de 2017

Reprís

Los cinco años y seis meses que transcurren del 1 de septiembre de 1928 -fin del cuatrienio de la presidencia de Plutarco Elías Calles-, al 30 de abril de abril de 1936, cuando es enviado al exilio, se conocen como el Maximato. Plutarco Elías Calles sería conocido desde entonces como el “Jefe Máximo de la Revolución”. Los presidentes del Maximato fueron Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y finalmente Abelardo Rodríguez.

Calles no era militar. Tenía muy presente la figura de su padre, “hombre lejano de sus hijos, sus mamás, alcohólico…” Por vocación, Elías Calles, era profesor de secundaria. Fundó el sistema de escuelas Cruz Gálvez de Artes y Oficios para los huérfanos de la Revolución cuando se percató del elevado número de niños huérfanos o abandonados, “padeciendo una vida miserable y dolorosa, carente de educación.

“Concebí la idea de crear un sistema educativo que arrancara a esos seres infelices, inocentes, de la indigencia y la corrupción, para convertirlos en hombres aptos para el trabajo, moralmente fuertes y sanos”.

El gobierno de Cawlles fue un laboratorio escolar y político. Es el gobierno de un profesor de escuela secundaria que aprovecha su vocación y experiencia magisterial, y los avatares de su infancia y juventud como “labriego, administrador, comerciante, empresario y maestro para, desde su origen, ‘re-formar’ a la sociedad”, como lo advierte Enrique Krauze en sus Biografías del Poder.

El Maximato, habría de conocerse por su anticipatoria labor educativa. Las diversas etapas hacia la Autonomía Universitaria, transcurren durante el pretendido Maximato.

Portes Gil le concede la autonomía primigenia a la Universidad Nacional. Reserva para el presidente de la República el nombramiento del rector. Ortiz Rubio respeta y ratifica la decisión de esa primigenia autonomía. El general Rodríguez reconoce en la Junta de Gobierno universitaria, la facultad para nombrar rector. Y la Universidad Nacional es desde entonces Autónoma.

También durante su cuatrienio Elías Calles funda el Banco de México. Calles convoca el 1 de septiembre de 1928 a orientar definitivamente la política del país a pasar de una vez por todas, de la condición histórica de “país de un hombre” a la de nación de instituciones y de leyes.”

Señala que “no es necesario recordar cómo estorbaron los caudillos… la aparición y la formación de otros prestigios nacionales a los que pudiera ocurrir el país en sus crisis internas imposibilitar… y retrasaran el desarrollo de México como país institucional… en la serenidad augusta de las leyes.

El presidente provisional, con el apoyo material y moral del ejército, habrá de desempeñar la noble y única misión de guardián de la soberanía y decoro de la patria, las instituciones y de los gobiernos legítimos, y unidos todos los mexicanos en una sana aspiración común: la de vivir en México con el respaldo delos trabajadores del campo y de la ciudad, el de los intelectuales y las clases privilegiadas, aún de quienes puedan sentirse enemigos de los que ha creado la Revolución… y de hombres de todos los credos cuando ocupen lugares en la representación nacional en proporción la fuerza de cada organización o cada grupo social.

Los actuales dirigentes de partidos, especialmente los del PRI, deberán actuar, como lo sugirió Calles en uno de los momentos estelares del ineludible cambio social y político de la nación, a través de nuevas instituciones y con base en el absoluto respeto a la decisión que mediante sus votos exprese la cada vez más compleja y variada población mexicana.

Los cinco años y seis meses que transcurren del 1 de septiembre de 1928 -fin del cuatrienio de la presidencia de Plutarco Elías Calles-, al 30 de abril de abril de 1936, cuando es enviado al exilio, se conocen como el Maximato. Plutarco Elías Calles sería conocido desde entonces como el “Jefe Máximo de la Revolución”. Los presidentes del Maximato fueron Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y finalmente Abelardo Rodríguez.

Calles no era militar. Tenía muy presente la figura de su padre, “hombre lejano de sus hijos, sus mamás, alcohólico…” Por vocación, Elías Calles, era profesor de secundaria. Fundó el sistema de escuelas Cruz Gálvez de Artes y Oficios para los huérfanos de la Revolución cuando se percató del elevado número de niños huérfanos o abandonados, “padeciendo una vida miserable y dolorosa, carente de educación.

“Concebí la idea de crear un sistema educativo que arrancara a esos seres infelices, inocentes, de la indigencia y la corrupción, para convertirlos en hombres aptos para el trabajo, moralmente fuertes y sanos”.

El gobierno de Cawlles fue un laboratorio escolar y político. Es el gobierno de un profesor de escuela secundaria que aprovecha su vocación y experiencia magisterial, y los avatares de su infancia y juventud como “labriego, administrador, comerciante, empresario y maestro para, desde su origen, ‘re-formar’ a la sociedad”, como lo advierte Enrique Krauze en sus Biografías del Poder.

El Maximato, habría de conocerse por su anticipatoria labor educativa. Las diversas etapas hacia la Autonomía Universitaria, transcurren durante el pretendido Maximato.

Portes Gil le concede la autonomía primigenia a la Universidad Nacional. Reserva para el presidente de la República el nombramiento del rector. Ortiz Rubio respeta y ratifica la decisión de esa primigenia autonomía. El general Rodríguez reconoce en la Junta de Gobierno universitaria, la facultad para nombrar rector. Y la Universidad Nacional es desde entonces Autónoma.

También durante su cuatrienio Elías Calles funda el Banco de México. Calles convoca el 1 de septiembre de 1928 a orientar definitivamente la política del país a pasar de una vez por todas, de la condición histórica de “país de un hombre” a la de nación de instituciones y de leyes.”

Señala que “no es necesario recordar cómo estorbaron los caudillos… la aparición y la formación de otros prestigios nacionales a los que pudiera ocurrir el país en sus crisis internas imposibilitar… y retrasaran el desarrollo de México como país institucional… en la serenidad augusta de las leyes.

El presidente provisional, con el apoyo material y moral del ejército, habrá de desempeñar la noble y única misión de guardián de la soberanía y decoro de la patria, las instituciones y de los gobiernos legítimos, y unidos todos los mexicanos en una sana aspiración común: la de vivir en México con el respaldo delos trabajadores del campo y de la ciudad, el de los intelectuales y las clases privilegiadas, aún de quienes puedan sentirse enemigos de los que ha creado la Revolución… y de hombres de todos los credos cuando ocupen lugares en la representación nacional en proporción la fuerza de cada organización o cada grupo social.

Los actuales dirigentes de partidos, especialmente los del PRI, deberán actuar, como lo sugirió Calles en uno de los momentos estelares del ineludible cambio social y político de la nación, a través de nuevas instituciones y con base en el absoluto respeto a la decisión que mediante sus votos exprese la cada vez más compleja y variada población mexicana.

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