/ viernes 28 de septiembre de 2018

Resplandores | Adultos mayores en pobreza

En medio de todos los problemas por los que atraviesa el país, deseo rescatar un tema que, desde mi punto de vista, merece una atención prioritaria, ya que se trata de un asunto de derechos humanos y de dignidad; me refiero a la difícil situación que cotidianamente viven los adultos mayores.

De acuerdo con el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social), en el año 2016 se tenía registrado que el 7.8% de la población estaba integrada por adultos mayores (65 años o más). Esto equivale a aproximadamente 9.6 millones de personas; pero de éstas, el 41.1%, casi 4 millones,se encuentra ensituación de pobreza (34.6 en pobreza moderada y 6.6 por ciento en pobreza extrema).

A pesar de que el CONEVAL reconoce que en los últimos años se ha registrado una “mejoría constante” en los indicadores de acceso a servicios de salud y seguridad social para ese sector, lo cierto es que aún quedan varios frentes por atender.

Particularmente, los adultos mayores padecen una alimentación deficiente, rezago educativo ycarencia de una vivienda digna. Hay desde quienes viven en lugares con pisos de tierra, techos de lámina o desechos, muros de carrizo o lámina de cartón, hacinamiento, o bien, carecen de servicios básicos como agua entubada, drenaje y luz eléctrica.

Si pasamos al tema de cómo se encuentran distribuidos a nivel nacional, de acuerdo con el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, de la Cámara de Diputados, encontramos que en siete entidades del país más del 50 por ciento de su población adulta mayor vive en situación de pobreza. Es el caso de los estados de: Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Hidalgo, Michoacán y Tabasco

Y bien, para tener un panorama más completo de su condición habría que considerar el tema de los ingresos o el sustento que les permita vivir dignamente. No existe ningún estado del paísen donde se pueda decir que al menos el 50 por ciento de su población recibeuna pensión o jubilación. Todas las entidades registran déficits en este rubro que va desdeel 51.1 (Ciudad de México) hasta casos como Chiapas, Oaxaca e Hidalgo, que son los estados más críticos, con porcentajes de 92.8, 89.3, 87.3, respectivamente.

Como lo señalaba anteriormente, la población de adultos mayores es de 9.6 millones, pero el Programa “Pensión para Adultos Mayores” que opera el gobierno federal a través de la SEDESOL, otorga una pensión monetaria de 580 pesos al mes -siempre y cuando no se reciba una pensión mayor a 1,092 pesos mensuales-únicamente a 5.5 millones de personas. No sabemos qué ocurre o cómo le hacen los restantes 4.1 millones.

El próximo presidente ha anunciado que en su gobierno, todos los adultos mayores tendrán derecho a una pensión mensual de mil 300 pesos, con lo que se beneficiará a una población objetivo de 8.5 millones de personas. Dicho sea de paso, al proponer incrementar la edad de 65 a 68 años para recibir dicha ayuda, más de un millón de personas quedarán fuera del programa.

Frente al cúmulo de carencias que padecen los adultos mayores, la pensión que actualmente se les otorga de 580 pesos desde luego que representa un gran alivio; sin embargo, si dimensionamos el conjunto de déficits en vivienda, salud, servicios básicos, educación y alimentación, vemos entonces que lo importante es garantizarles un mínimo de bienestarmediante un programa de atención mucho más amplio, que les permita resolver sus necesidadesindispensables.

Es necesario, por lo tanto, una política social integralpara los adultos mayores que atienda aspectos fundamentales como: salud digna y de calidad, acceso a cultura, convivencia y esparcimiento, opciones educativas, uso del tiempo libre, reactivación física, apoyo emocional, incluso el impulso a una cultura de respeto y cuidado del adulto mayor tan necesaria hoy en día, especialmente en el tema de sus derechos humanos. Sólo así se podrá incidir de manera eficaz en ese abanico de necesidades que padecen.

De acuerdo con lo anterior, es evidente que aún queda mucho por hacer a favor de los adultos mayores. La propuesta de incrementar al doble la pensión para el siguiente año no puede quedarse ahí; por el contrario, necesita convertirse en el punto de partidahacia el diseño de una política pública mucho más ambiciosa.

El mejoramiento de las condiciones de vida de los adultos mayores debe ir más allá de la ayuda económica que les brinda el estado.

Presidente de la Academia Mexicana de Educación.