/ sábado 22 de mayo de 2021

Reunión Kamala-AMLO

Faltan 15 días para la visita a nuestro país de Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos y se sabe que los temas a tratar serán, además de la migración, la seguridad, las inversiones y las cadenas de valor en el país y Centroamérica.

Harris, que llegará a México dos días después de las elecciones del 6 de junio, viajará también a Guatemala como parte de una breve gira.

Pero su visita a nuestro país está enmarcada en algunos malos entendidos y reclamos legítimos como la exigencia de Andrés Manuel López Obrador de suspender el presunto respaldo económico a algunas organizaciones civiles.

Como el apoyo de la agencia de cooperación USAID, un organismo independiente vinculado al Departamento de Estado, a ONG como Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.

La visita de Harris se producirá también luego de las quejas que la Unión Americana ha interpuesto en el marco de los nuevos lineamientos del T-MEC, pero que el gobierno mexicano ya está atendiendo en tiempo y forma.

A pesar de ello, los norteamericanos han mostrado su disposición de dejar atrás las diferencias y avanzar en la agenda bilateral para resolver de fondo los problemas que afectan a los dos países.

Muestra de ello se dio en el marco de la primera reunión de la Comisión de Libre Comercio del T-MEC, a un año de la creación del pacto, donde las titulares de Economía, Tatiana Clouthier de México y Katherine Tai, representante comercial de la Casa Blanca en un comunicado conjunto, aseguraron que mantuvieron sólidas discusiones sobre las históricas obligaciones laborales y ambientales del T-MEC, estableciendo un estándar para futuros acuerdos.

Señalaron que el pacto tripartito busca desarrollar una economía norteamericana sólida e inclusiva que sirva como modelo a escala mundial para la competitividad, al mismo tiempo que da prioridad a los intereses de los trabajadores y las comunidades desatendidas.

En este marco se comprometieron a defender políticas comerciales que apoyen buenos empleos que estén protegidos por leyes laborales sólidas y plenamente aplicadas.

Además del envío, en esta semana, de un lote con un millón 394 mil 800 vacunas contra el coronavirus desarrolladas por AstraZeneca como parte de las entregas semanales acordadas con el gobierno federal y de ese país, para el plan nacional de vacunación.

Otra de las buenas señales para México es el cambio en el discurso en materia migratoria del mandatario estadunidense en comparación con el de su antecesor, Donald Trump.

El tema ha cobrado especial interés en la administración Biden, pues desde su llegada a la presidencia los flujos migratorios han ido creciendo mes a mes.

De acuerdo con cifras oficiales de Estados Unidos, tan sólo en abril de este año más de 178 mil extranjeros fueron detenidos por autoridades de ese país en su intento por cruzar la frontera.

La visita de la vicepresidenta estadunidense permitirá también a los funcionarios mexicanos dialogar sobre un tema de interés para el presidente López Obrador: la inversión en el sur de México y en Centroamérica, como medida para dar opciones a las habitantes de esas regiones y con ello mitigar la migración irregular hacia el norte.

La presencia de Harris es vista por México como “un signo favorable y positivo” de la administración de Biden para enfrentar el fenómeno de manera integral con la atención de las naciones de Norte y Centroamérica, que es ha sido una de las posturas de AMLO desde el inicio de su administración.

Por ello vale la pena tratar de sensibilizar a la vicepresidenta de la dimensión de los problemas de México, ya que a pesar de que ella sabe que los boicots al tomate, al aguacate o las autopartes de México producen desempleo y esto impacta en los flujos migratorios, no es lo mismo que lo entienda de manera real al visitar a nuestro país.

Algunos elementos personales de Kamala Harris ayudarán, sin duda a sensibilizarla con las preocupaciones de la 4T, pues recordemos que la vicepresidenta es hija de migrantes, creció como miembro de las minorías y tiene una amplia trayectoria como abogada y fiscal de causas sociales.

Estamos ciertos que el buen papel que ha hecho el canciller Marcelo Ebrard servirá para que esta visita se convierta en una oportunidad para que la cooperación se estreche entre ambas naciones. Estaremos atentos.


@ jHectormunoz

Facebook:Hector muñoz

Faltan 15 días para la visita a nuestro país de Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos y se sabe que los temas a tratar serán, además de la migración, la seguridad, las inversiones y las cadenas de valor en el país y Centroamérica.

Harris, que llegará a México dos días después de las elecciones del 6 de junio, viajará también a Guatemala como parte de una breve gira.

Pero su visita a nuestro país está enmarcada en algunos malos entendidos y reclamos legítimos como la exigencia de Andrés Manuel López Obrador de suspender el presunto respaldo económico a algunas organizaciones civiles.

Como el apoyo de la agencia de cooperación USAID, un organismo independiente vinculado al Departamento de Estado, a ONG como Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.

La visita de Harris se producirá también luego de las quejas que la Unión Americana ha interpuesto en el marco de los nuevos lineamientos del T-MEC, pero que el gobierno mexicano ya está atendiendo en tiempo y forma.

A pesar de ello, los norteamericanos han mostrado su disposición de dejar atrás las diferencias y avanzar en la agenda bilateral para resolver de fondo los problemas que afectan a los dos países.

Muestra de ello se dio en el marco de la primera reunión de la Comisión de Libre Comercio del T-MEC, a un año de la creación del pacto, donde las titulares de Economía, Tatiana Clouthier de México y Katherine Tai, representante comercial de la Casa Blanca en un comunicado conjunto, aseguraron que mantuvieron sólidas discusiones sobre las históricas obligaciones laborales y ambientales del T-MEC, estableciendo un estándar para futuros acuerdos.

Señalaron que el pacto tripartito busca desarrollar una economía norteamericana sólida e inclusiva que sirva como modelo a escala mundial para la competitividad, al mismo tiempo que da prioridad a los intereses de los trabajadores y las comunidades desatendidas.

En este marco se comprometieron a defender políticas comerciales que apoyen buenos empleos que estén protegidos por leyes laborales sólidas y plenamente aplicadas.

Además del envío, en esta semana, de un lote con un millón 394 mil 800 vacunas contra el coronavirus desarrolladas por AstraZeneca como parte de las entregas semanales acordadas con el gobierno federal y de ese país, para el plan nacional de vacunación.

Otra de las buenas señales para México es el cambio en el discurso en materia migratoria del mandatario estadunidense en comparación con el de su antecesor, Donald Trump.

El tema ha cobrado especial interés en la administración Biden, pues desde su llegada a la presidencia los flujos migratorios han ido creciendo mes a mes.

De acuerdo con cifras oficiales de Estados Unidos, tan sólo en abril de este año más de 178 mil extranjeros fueron detenidos por autoridades de ese país en su intento por cruzar la frontera.

La visita de la vicepresidenta estadunidense permitirá también a los funcionarios mexicanos dialogar sobre un tema de interés para el presidente López Obrador: la inversión en el sur de México y en Centroamérica, como medida para dar opciones a las habitantes de esas regiones y con ello mitigar la migración irregular hacia el norte.

La presencia de Harris es vista por México como “un signo favorable y positivo” de la administración de Biden para enfrentar el fenómeno de manera integral con la atención de las naciones de Norte y Centroamérica, que es ha sido una de las posturas de AMLO desde el inicio de su administración.

Por ello vale la pena tratar de sensibilizar a la vicepresidenta de la dimensión de los problemas de México, ya que a pesar de que ella sabe que los boicots al tomate, al aguacate o las autopartes de México producen desempleo y esto impacta en los flujos migratorios, no es lo mismo que lo entienda de manera real al visitar a nuestro país.

Algunos elementos personales de Kamala Harris ayudarán, sin duda a sensibilizarla con las preocupaciones de la 4T, pues recordemos que la vicepresidenta es hija de migrantes, creció como miembro de las minorías y tiene una amplia trayectoria como abogada y fiscal de causas sociales.

Estamos ciertos que el buen papel que ha hecho el canciller Marcelo Ebrard servirá para que esta visita se convierta en una oportunidad para que la cooperación se estreche entre ambas naciones. Estaremos atentos.


@ jHectormunoz

Facebook:Hector muñoz