/ viernes 16 de noviembre de 2018

Sobre la consulta infantil y juvenil 2018

Mañana inicia la consulta infantil y juvenil 2018 organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE). Del 17 al 25 de noviembre de este año, niñas y niños, así como adolescentes, podrán acudir de manera libre a participar para expresar su visión sobre la igualdad de género en sus espacios de convivencia cotidiana.

El mecanismo de participación será a través de una boleta física o electrónica en la que se incluyen preguntas cuyo contenido fue construido con la participación del Sistema Nacional de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

El INE ha considerado la participación de personas menores de edad organizadas en tres grupos: 1) de 6 a 9 años, 2) de 10 a 13 años, y 3) de 14 a 17 años. En caso de niñas y niños menores de 6 años y quienes no sepan leer ni escribir, podrán expresar sus ideas a través de un dibujo.

Esto quiere decir que el diseño de la consulta pretende la mayor participación posible, para que la niñez y juventud mexicana expresen su opinión sobre un tema trascendente para la democracia mexicana: la igualdad entre géneros.

El INE tiene previsto que, en este ejercicio, participarán mínimamente 4 millones de niñas, niños y adolescentes en todo el país, y para tal efecto ha habilitado más de 20 mil casillas que serán integradas por personas voluntarias: (1) en espacios públicos (parques y centros comerciales); 2) en escuelas; 3) en módulos de atención ciudadana del INE, que es el lugar donde tramitamos nuestra credencial para votar con fotografía y 4) en lugares de difícil acceso, tales como hospitales, casas hogar o centros de readaptación social (casillas itinerantes).

De superarse la cifra de participación estimada por el INE, el ejercicio de este año no tendrá precedentes. Basta mencionar que el mayor número de participantes que se ha tenido fue en el año 2000 con un total de 3.9 millones, mientras que el de menor participación fue en 2012 con 2.2 millones.

Debe decirse que esta consulta no es un ejercicio novedoso. Desde 1997 y en el marco de cada proceso electoral federal, la autoridad electoral ha organizado diversos ejercicios cuya finalidad no solo ha sido conocer y fomentar la libre expresión de dicho sector de la población respecto de diversas temáticas relacionadas con su vida diaria, sino también impulsar su reconocimiento como personas sujetas de derechos.

De hecho, el miércoles pasado fue presentada la Consulta infantil y juvenil 2018 ante integrantes del Senado de la República con una exposición de dibujos que fueron realizados por quienes participaron en la consulta hace 3 años (2015) y cuya temática versó sobre el tema de justicia y paz. Me parece relevante que en el Senado, con el aval de todos los grupos parlamentarios, se haya aprobado un punto de acuerdo para que en la próxima publicación de libros de texto se incorpore un capítulo sobre la construcción de la cultura de paz. Dicho acuerdo es un ejemplo del impacto y la utilidad de este tipo de ejercicios

Es innegable la importancia de incentivar la participación de la niñez y juventud mexicana a través de estas consultas, pues el hecho de que sus opiniones sean recogidas y procesadas por autoridades sienta las bases para una correcta construcción de ciudadanía. Sin embargo, nunca podrá considerarse como satisfecho el objetivo de la consulta con la mera participación.

Para alcanzarlo, es necesario que los resultados que se desprendan de la participación de niñas, niños y adolescentes se traduzcan en elementos para la implementación de políticas de Estado en beneficio de la niñez y juventud mexicana. De ahí que el INE haya establecido que los resultados serán entregados a diversas autoridades del ámbito federal y también local.

Finalmente, aunque en los últimos días para participar en la consulta infantil y juvenil (el 24 y 25 de noviembre) coincidirá con otro ejercicio de participación ciudadana, hay que decir con claridad que no hay modo de realizar una comparación entre ejercicios: los objetivos y los destinatarios son distintos.

Ello se debe a que el ejercicio organizado por el INE no es de carácter decisorio. No se circunscribe a una sola respuesta (afirmativa o negativa), sino a recoger opiniones que serán sistematizadas y analizadas para generar insumos para la deliberación en la construcción e implementación de políticas públicas.

En un país que aspira a la consolidación democrática, creo que debemos fomentar en nuestra niñez y adolescencia la participación pública para que sus ideas sean escuchadas. La Consulta infantil y juvenil 2018 del INE es solo un espacio para ello, habrá que buscar otras opciones en el ámbito privado y de las escuelas pues su opinión es vital para la garantía de sus derechos.

*Asesor del Consejero Presidente del INE


@ebuendiaz


Mañana inicia la consulta infantil y juvenil 2018 organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE). Del 17 al 25 de noviembre de este año, niñas y niños, así como adolescentes, podrán acudir de manera libre a participar para expresar su visión sobre la igualdad de género en sus espacios de convivencia cotidiana.

El mecanismo de participación será a través de una boleta física o electrónica en la que se incluyen preguntas cuyo contenido fue construido con la participación del Sistema Nacional de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

El INE ha considerado la participación de personas menores de edad organizadas en tres grupos: 1) de 6 a 9 años, 2) de 10 a 13 años, y 3) de 14 a 17 años. En caso de niñas y niños menores de 6 años y quienes no sepan leer ni escribir, podrán expresar sus ideas a través de un dibujo.

Esto quiere decir que el diseño de la consulta pretende la mayor participación posible, para que la niñez y juventud mexicana expresen su opinión sobre un tema trascendente para la democracia mexicana: la igualdad entre géneros.

El INE tiene previsto que, en este ejercicio, participarán mínimamente 4 millones de niñas, niños y adolescentes en todo el país, y para tal efecto ha habilitado más de 20 mil casillas que serán integradas por personas voluntarias: (1) en espacios públicos (parques y centros comerciales); 2) en escuelas; 3) en módulos de atención ciudadana del INE, que es el lugar donde tramitamos nuestra credencial para votar con fotografía y 4) en lugares de difícil acceso, tales como hospitales, casas hogar o centros de readaptación social (casillas itinerantes).

De superarse la cifra de participación estimada por el INE, el ejercicio de este año no tendrá precedentes. Basta mencionar que el mayor número de participantes que se ha tenido fue en el año 2000 con un total de 3.9 millones, mientras que el de menor participación fue en 2012 con 2.2 millones.

Debe decirse que esta consulta no es un ejercicio novedoso. Desde 1997 y en el marco de cada proceso electoral federal, la autoridad electoral ha organizado diversos ejercicios cuya finalidad no solo ha sido conocer y fomentar la libre expresión de dicho sector de la población respecto de diversas temáticas relacionadas con su vida diaria, sino también impulsar su reconocimiento como personas sujetas de derechos.

De hecho, el miércoles pasado fue presentada la Consulta infantil y juvenil 2018 ante integrantes del Senado de la República con una exposición de dibujos que fueron realizados por quienes participaron en la consulta hace 3 años (2015) y cuya temática versó sobre el tema de justicia y paz. Me parece relevante que en el Senado, con el aval de todos los grupos parlamentarios, se haya aprobado un punto de acuerdo para que en la próxima publicación de libros de texto se incorpore un capítulo sobre la construcción de la cultura de paz. Dicho acuerdo es un ejemplo del impacto y la utilidad de este tipo de ejercicios

Es innegable la importancia de incentivar la participación de la niñez y juventud mexicana a través de estas consultas, pues el hecho de que sus opiniones sean recogidas y procesadas por autoridades sienta las bases para una correcta construcción de ciudadanía. Sin embargo, nunca podrá considerarse como satisfecho el objetivo de la consulta con la mera participación.

Para alcanzarlo, es necesario que los resultados que se desprendan de la participación de niñas, niños y adolescentes se traduzcan en elementos para la implementación de políticas de Estado en beneficio de la niñez y juventud mexicana. De ahí que el INE haya establecido que los resultados serán entregados a diversas autoridades del ámbito federal y también local.

Finalmente, aunque en los últimos días para participar en la consulta infantil y juvenil (el 24 y 25 de noviembre) coincidirá con otro ejercicio de participación ciudadana, hay que decir con claridad que no hay modo de realizar una comparación entre ejercicios: los objetivos y los destinatarios son distintos.

Ello se debe a que el ejercicio organizado por el INE no es de carácter decisorio. No se circunscribe a una sola respuesta (afirmativa o negativa), sino a recoger opiniones que serán sistematizadas y analizadas para generar insumos para la deliberación en la construcción e implementación de políticas públicas.

En un país que aspira a la consolidación democrática, creo que debemos fomentar en nuestra niñez y adolescencia la participación pública para que sus ideas sean escuchadas. La Consulta infantil y juvenil 2018 del INE es solo un espacio para ello, habrá que buscar otras opciones en el ámbito privado y de las escuelas pues su opinión es vital para la garantía de sus derechos.

*Asesor del Consejero Presidente del INE


@ebuendiaz