/ domingo 17 de julio de 2022

Teatrikando | Así de simple llega a más de cuarenta funciones con teatro lleno

Una divertida obra que nos platica sobre los pensamientos que todos tenemos al intentar ligar a una pareja, después mantener esa relación, luego las causas del truene.

En el teatro Milán se puede ver este trabajo literario de Sofía Gonzáles Gil e Ignacio Bresso que permite contemplarnos en un espejo. ¿Cómo me veo y cómo me siento al decir ese argumento?, o este otro. O pensándolo bien mejor lo cambio por otra idea.

¿Le ha pasado que intenta decir algo, dice otra cosa y luego los caminos de ser políticamente correctos hacen que estemos largos minutos pensando en lo que debí decir contrastado con lo que salió?

Enrique Montaño, Bárbara Falconi, Juan Pablo Rocha, Flor Benítez, Ricardo Baranda, Lorena Del Castillo, hacen que la pasemos bien viendo los enredos, no de la trama, como es común en las comedias; sino en los pensamientos que se van externalizando de una manera genial.

Con volteretas sobre la cama, nuestro yo, superyo y el ello (como diría el psiquiatra) luchando por ser: gracioso, serio, inteligente, romántico, aburrido, divertido. Aunque mi ego se sienta en otro lugar. Y un alter ego viene a causar la catarsis dramática.

La dirección de esta comedia fársica corrió a cargo de Jorge Seleme, que hizo un esfuerzo especial para que todos los personajes sean brillantes a la vez que todos los espectadores sientan ese sufrimiento jocoso. Y saca 10 de calificación en la difícil tarea.

Ello, yo y superyo sería otra forma de llamar a esta comedia que tiene todos los elementos para decir que tiene la medida justa, porque hay ocasiones en que decimos "sería bueno quitarle 15 minutos", pero no, tiene la medida exacta en minutos. Las actuaciones son de tono medio hasta una alta frecuencia para mantenernos al tanto de sus emociones, sentimientos y confusiones.

El vestuario está bien, la escenografía es una salita y una cama con algunos libreros y repisas. Puede verla los miércoles en el teatro Milán, en la Juárez.


Una divertida obra que nos platica sobre los pensamientos que todos tenemos al intentar ligar a una pareja, después mantener esa relación, luego las causas del truene.

En el teatro Milán se puede ver este trabajo literario de Sofía Gonzáles Gil e Ignacio Bresso que permite contemplarnos en un espejo. ¿Cómo me veo y cómo me siento al decir ese argumento?, o este otro. O pensándolo bien mejor lo cambio por otra idea.

¿Le ha pasado que intenta decir algo, dice otra cosa y luego los caminos de ser políticamente correctos hacen que estemos largos minutos pensando en lo que debí decir contrastado con lo que salió?

Enrique Montaño, Bárbara Falconi, Juan Pablo Rocha, Flor Benítez, Ricardo Baranda, Lorena Del Castillo, hacen que la pasemos bien viendo los enredos, no de la trama, como es común en las comedias; sino en los pensamientos que se van externalizando de una manera genial.

Con volteretas sobre la cama, nuestro yo, superyo y el ello (como diría el psiquiatra) luchando por ser: gracioso, serio, inteligente, romántico, aburrido, divertido. Aunque mi ego se sienta en otro lugar. Y un alter ego viene a causar la catarsis dramática.

La dirección de esta comedia fársica corrió a cargo de Jorge Seleme, que hizo un esfuerzo especial para que todos los personajes sean brillantes a la vez que todos los espectadores sientan ese sufrimiento jocoso. Y saca 10 de calificación en la difícil tarea.

Ello, yo y superyo sería otra forma de llamar a esta comedia que tiene todos los elementos para decir que tiene la medida justa, porque hay ocasiones en que decimos "sería bueno quitarle 15 minutos", pero no, tiene la medida exacta en minutos. Las actuaciones son de tono medio hasta una alta frecuencia para mantenernos al tanto de sus emociones, sentimientos y confusiones.

El vestuario está bien, la escenografía es una salita y una cama con algunos libreros y repisas. Puede verla los miércoles en el teatro Milán, en la Juárez.