/ lunes 8 de abril de 2019

Todo era normal hasta que llegó MeToo

Hollywood se cimbró. México también se cimbró con el “A mí También”. Las cuentas de MeToo en distintas categorías comenzaron a ventilar casos de hostigamiento, acoso y violación sexual; todavía tema periférico en redes, sin embargo conforme aparecían nombres de hombres “conocidos” se empezó a observar cierto morbo, nerviosismo y enojos frente a lo que se acusa son revanchas de “feminazis” frustradas por relaciones tóxicas. Algunos nombres, reconozco, me han impactado.

El MeTooMx le dio vuelta al mundo a partir del suicidio de Armando Vega Gil quien publica una carta antes de su suicidio donde niega acusación de haber acosado a una adolescente de 13 años tiempo atrás y escribe “no se culpe, pues, a nadie de mi muerte… es una decisión consciente, voluntaria, libre y personal”.

La trascendencia de las ventilaciones de hechos, algunos de años atrás, es tema obligado en todos los espacios; hay un impacto derivado del suicidio de un músico y escritor del que se habla bien por quienes lo conocieron; incluso algunas feministas acusan que hay revanchismo, linchamiento, irresponsabilidad al acusar anónimamente.

Estoy a favor del debido proceso legal, no es la primera vez que lo señalo, coincido con quienes aducen se debe respetar la garantía de que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Aún así, y habiendo conocido y estudiado las características de las diversas modalidades y tipos de violencia de género contra mujeres y niñas, he aprendido que este fenómeno es estructural y tienen causas sociales sistémicas fundadas en las relaciones predominantes de un sexo sobre el otro muy difícil superar porque hay comportamientos culturales que se han venido perpetuando generación tras generación desde instituciones invisibles como las familias, la comunidad, las iglesias, la educación; también desde el derecho que poco a poco ha venido reformándose gracias al Derecho Internacional de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas.

Que el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas haya diseñado el mecanismo de análisis, diagnóstico y diseño de programas, políticas y acciones conocido como Perspectiva de Género tiene que ver precisamente con la magnitud del problema estructural que impide concretar la igualdad entre mujeres y hombres. Si no entendemos objetivamente ésto no podremos explicarnos porqué es harto complicado que una chica pueda tener éxito al presentar una denuncia por acoso o violencia sexual, siempre está en desventaja, no se quiere creerles. Además es difícil lograr justicia porque algunos hechos como el acoso, no se persiguen de oficio.

Las autoridades en los tres órdenes de gobierno deben aplicar la Perspectiva de Género para promover y prevenir que en cada espacio de la vida de las mujeres, sea público o privado, haya tolerancia cero al machismo y a la cosificación de las mujeres como objetos sexuales.

Un grupo de feministas, académicas, defensoras de derechos humanos le hemos exigido a las autoridades es indispensable investiguen las denuncias señaladas por MeTooMx.

Los hombres deben ser inflexibles contra el machismo señalando con contundencia en sus propios espacios que el acoso y hostigamiento no es normal y deben erradicarse. Obvio decir que las relaciones consentidas nada tienen que ver con este tema. Justicia imparcial implica también evitar infundios.

Defensora de los Derechos Humanos

@angelicadelap

Hollywood se cimbró. México también se cimbró con el “A mí También”. Las cuentas de MeToo en distintas categorías comenzaron a ventilar casos de hostigamiento, acoso y violación sexual; todavía tema periférico en redes, sin embargo conforme aparecían nombres de hombres “conocidos” se empezó a observar cierto morbo, nerviosismo y enojos frente a lo que se acusa son revanchas de “feminazis” frustradas por relaciones tóxicas. Algunos nombres, reconozco, me han impactado.

El MeTooMx le dio vuelta al mundo a partir del suicidio de Armando Vega Gil quien publica una carta antes de su suicidio donde niega acusación de haber acosado a una adolescente de 13 años tiempo atrás y escribe “no se culpe, pues, a nadie de mi muerte… es una decisión consciente, voluntaria, libre y personal”.

La trascendencia de las ventilaciones de hechos, algunos de años atrás, es tema obligado en todos los espacios; hay un impacto derivado del suicidio de un músico y escritor del que se habla bien por quienes lo conocieron; incluso algunas feministas acusan que hay revanchismo, linchamiento, irresponsabilidad al acusar anónimamente.

Estoy a favor del debido proceso legal, no es la primera vez que lo señalo, coincido con quienes aducen se debe respetar la garantía de que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Aún así, y habiendo conocido y estudiado las características de las diversas modalidades y tipos de violencia de género contra mujeres y niñas, he aprendido que este fenómeno es estructural y tienen causas sociales sistémicas fundadas en las relaciones predominantes de un sexo sobre el otro muy difícil superar porque hay comportamientos culturales que se han venido perpetuando generación tras generación desde instituciones invisibles como las familias, la comunidad, las iglesias, la educación; también desde el derecho que poco a poco ha venido reformándose gracias al Derecho Internacional de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas.

Que el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas haya diseñado el mecanismo de análisis, diagnóstico y diseño de programas, políticas y acciones conocido como Perspectiva de Género tiene que ver precisamente con la magnitud del problema estructural que impide concretar la igualdad entre mujeres y hombres. Si no entendemos objetivamente ésto no podremos explicarnos porqué es harto complicado que una chica pueda tener éxito al presentar una denuncia por acoso o violencia sexual, siempre está en desventaja, no se quiere creerles. Además es difícil lograr justicia porque algunos hechos como el acoso, no se persiguen de oficio.

Las autoridades en los tres órdenes de gobierno deben aplicar la Perspectiva de Género para promover y prevenir que en cada espacio de la vida de las mujeres, sea público o privado, haya tolerancia cero al machismo y a la cosificación de las mujeres como objetos sexuales.

Un grupo de feministas, académicas, defensoras de derechos humanos le hemos exigido a las autoridades es indispensable investiguen las denuncias señaladas por MeTooMx.

Los hombres deben ser inflexibles contra el machismo señalando con contundencia en sus propios espacios que el acoso y hostigamiento no es normal y deben erradicarse. Obvio decir que las relaciones consentidas nada tienen que ver con este tema. Justicia imparcial implica también evitar infundios.

Defensora de los Derechos Humanos

@angelicadelap