Shakespeare remite, casi en automático, a algo serio, profundo, denso, complicado, y en muchos casos, hasta aburrido. Por ello resulta difícil imaginarse a sus contemporáneos abarrotando el hoy mítico teatro El Globo, y más difícil aún vislumbrarlo a carcajada limpia disfrutando de esos textos, ahora consagrados y casi intocables.
Sin embargo, al ver Algo de un tal Shakespeare no sólo es fácil entenderlo, sino que resulta lógico, comprensible, y hasta envidiable, pues es algo que debiera estar sucediendo hoy con las obras de este autor inglés, y del teatro en general. Pero eso ya será motivo de otra columna, por ahora me centraré en Algo de un tal Shakespeare, un espectáculo para el que los calificativos maravilloso, sorprendente, innovador, deslumbrante… se quedan cortos.
Se trata de un montaje creado y dirigido por Adrián Vázquez —sin duda una de los creativos más talentosos, propositivos e innovadores de la escena mexicana de los últimos lustros— en el que hace “terrenal” al gran bardo, de tal manera que todos lo conozcamos, lo entendamos, pero especialmente lo sintamos y lo disfrutemos.
Estrenado hace más de siete años, Algo de un tal Shakespeare se ha venido presentado intermitentemente desde entonces, pero es ahora que hace una nueva temporada larga, que de verdad nadie (aficionados o no al teatro) debe perderse.
Algo de un tal Shakespeare, como muy bien se explica en su información oficial “es una obra ágil, contada a dos voces, con sólo una mesa de cocina como recurso escenográfico; es una puesta en escena que explora diferentes lenguajes escénicos (manipulación y transfiguración de objetos/narraturgia/ metáfora del objeto/mima corporal) en tres de las obras más representativas de El Bardo de Strattford (Romeo y Julieta, Macbeth y Titus Andronicus).
“El concepto de la puesta en escena obedece a la premisa de explotar los recursos inherentes del actor (voz, cuerpo, energía, imaginación, evocación)”.
Y en esta puesta en escena, vaya que los dos intérpretes son todo energía, fuerza, talento, creatividad, imaginación… Ellos son Sara Pinet (extraordinaria) y el mismo Adrián Vázquez, quien muestra una vez más su enorme versatilidad, al brillar igualmente abajo que arriba del escenario.
Gran, gran, gran trabajo de ambos.
Para que el disfrute de quien se anime a verla sea pleno, no revelaré aquí ninguno de los muchos y sorprendentes recursos que se usan a lo largo del montaje, diré únicamente que no acaba uno de maravillarse con uno, cuando hay uno nuevo aún más creativo y lúdico.
Y lo mejor todavía es que todo es artesanal y “creado” ante los ojos del espectador.
Amén de sus exitosas temporadas en el país, Algo de un tal Shakespeare ha participado en diversos encuentros y muestras internacionales como el Festival Internacional de Teatro Escena Mazatlán; Festival Internacional de Teatro de Cádiz, España; X Festival Internacional de Teatro Hispano de Miami; Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro; Festival Internacional de Teatro de Nuevo León; y la Muestra Nacional de Teatro en Aguascalientes.
Algo de un tal Shakespeare se presenta hasta el 31 de octubre, los viernes y sábados a las 20:00 horas y domingos a las 18:00 horas en el Foro Shakespeare, ubicado en Zamora 7, colonia Condesa.
Quienes gustan del teatro no deben perdérsela; y quienes no son afectos al mismo se enamorarán del teatro después de verla. ¡Se los aseguro!
