/ lunes 2 de mayo de 2022

Fortalecer el tejido social, verdadero reto

Desde hace algunos años he participado en temas que impactan el desarrollo y la construcción de ciudad, y los parquímetros en la ciudad, no son la excepción; por lo que he conocido a vecinas y vecinos de diversas colonias que han expresado abiertamente distintas opiniones al respecto; pero en ellos reconozco que con su opinión, son incansables defensores u opositores de este modelo de reordenamiento del espacio público, lo cual siempre enriquece el debate y forma una postura social.

Recordemos que la idea surge por la saturación de zonas de estacionamiento en la ciudad, y es que con el incremento en el número de coches, cada vez era más frecuente batallar por encontrar un espacio para estacionarse en zonas concurridas de la ciudad; eso sí no querían caer en espacios que habían sido apropiado por los llamados “viene-viene” o “cuida coches” que ponen a su criterio una cuota para permitir que la gente dejara el automóvil.

Justamente hace 30 años, se estableció este modelo para permitir un cambio constante en los vehículos estacionados, pues en su oportunidad las alcancías colocadas para cada cajón de estacionamiento y ahora los boletos o aplicaciones de pago, permiten un tiempo máximo de permanencia en un lugar.

Este esquema, modificó en gran medida las costumbres de visitantes y vecinos donde se instalaron estos modelos de estacionamiento en el espacio público; pero quienes habitaban en la zona pedían que, a cambio de limitar la posibilidad de estacionamiento a los residentes, tuvieran de algún modo, alguna recompensa o retribución, pues el gobierno o algún particular explotaba el espacio de todas y todos.

De esta forma, con el paso del tiempo se han ido presentando mecanismos -a veces polémicos, o a veces bien recibidos- en los que se permite que las colonias con parquímetros reciban un porcentaje de los recursos que se obtuvieron por el uso del espacio; dinero que de acuerdo con la norma, debe utilizarse en proyectos para mejorar las condiciones urbanas y del espacio público de esa zonas.

En la historia de este sistema y en los diferentes polígonos, encontramos crónicas no sólo de vecinas y vecinos, sino de los propios operadores de parquímetros; ya que ha sido distinta la supervisión según la autoridad al mando; pues originalmente al reordenar la ciudad y la imagen, se dio la responsabilidad de la Secretaría de Desarrollo Urbano. Después, con la creación de la Autoridad del Espacio Público, al atender todo lo que pasaba en las calles de la ciudad y que no fuera responsabilidad de otras autoridades; la supervisión de los parquímetros, quedó en sus facultades.

En esta administración se resaltó una de las finalidades de este sistema: mejorar la movilidad y regular el estacionamiento de vehículos, por lo que al frente está la Secretaría de Movilidad.

Estos cambios han generado dudas o inquietudes entre los actores involucrados. Es por eso que a 30 años de la operación del primer polígono de parquímetros, hemos decidido desde la Comisión de Espacio Público que presido en el Congreso de la CDMX realizar un foro con 5 mesas de diálogo.

Así podremos objetivamente hacer un balance tanto a las autoridades como a la ciudadanía de lo acontecido en estos años, aprender más de la operación de los parquímetros, la responsabilidad y obligaciones de las empresas, así como de los usuarios, entre otros temas que nos permitirán emitir opiniones, observaciones y conclusiones para que este sistema de estacionamiento en el espacio público continúe operando de la mejor manera, en beneficio de todos.

Pero también, en caso de ser necesario poder desde el Congreso, realizar modificaciones o actualizaciones a las leyes para garantizar que sean acordes con las características y condiciones actuales de la CDMX.

Desde hace algunos años he participado en temas que impactan el desarrollo y la construcción de ciudad, y los parquímetros en la ciudad, no son la excepción; por lo que he conocido a vecinas y vecinos de diversas colonias que han expresado abiertamente distintas opiniones al respecto; pero en ellos reconozco que con su opinión, son incansables defensores u opositores de este modelo de reordenamiento del espacio público, lo cual siempre enriquece el debate y forma una postura social.

Recordemos que la idea surge por la saturación de zonas de estacionamiento en la ciudad, y es que con el incremento en el número de coches, cada vez era más frecuente batallar por encontrar un espacio para estacionarse en zonas concurridas de la ciudad; eso sí no querían caer en espacios que habían sido apropiado por los llamados “viene-viene” o “cuida coches” que ponen a su criterio una cuota para permitir que la gente dejara el automóvil.

Justamente hace 30 años, se estableció este modelo para permitir un cambio constante en los vehículos estacionados, pues en su oportunidad las alcancías colocadas para cada cajón de estacionamiento y ahora los boletos o aplicaciones de pago, permiten un tiempo máximo de permanencia en un lugar.

Este esquema, modificó en gran medida las costumbres de visitantes y vecinos donde se instalaron estos modelos de estacionamiento en el espacio público; pero quienes habitaban en la zona pedían que, a cambio de limitar la posibilidad de estacionamiento a los residentes, tuvieran de algún modo, alguna recompensa o retribución, pues el gobierno o algún particular explotaba el espacio de todas y todos.

De esta forma, con el paso del tiempo se han ido presentando mecanismos -a veces polémicos, o a veces bien recibidos- en los que se permite que las colonias con parquímetros reciban un porcentaje de los recursos que se obtuvieron por el uso del espacio; dinero que de acuerdo con la norma, debe utilizarse en proyectos para mejorar las condiciones urbanas y del espacio público de esa zonas.

En la historia de este sistema y en los diferentes polígonos, encontramos crónicas no sólo de vecinas y vecinos, sino de los propios operadores de parquímetros; ya que ha sido distinta la supervisión según la autoridad al mando; pues originalmente al reordenar la ciudad y la imagen, se dio la responsabilidad de la Secretaría de Desarrollo Urbano. Después, con la creación de la Autoridad del Espacio Público, al atender todo lo que pasaba en las calles de la ciudad y que no fuera responsabilidad de otras autoridades; la supervisión de los parquímetros, quedó en sus facultades.

En esta administración se resaltó una de las finalidades de este sistema: mejorar la movilidad y regular el estacionamiento de vehículos, por lo que al frente está la Secretaría de Movilidad.

Estos cambios han generado dudas o inquietudes entre los actores involucrados. Es por eso que a 30 años de la operación del primer polígono de parquímetros, hemos decidido desde la Comisión de Espacio Público que presido en el Congreso de la CDMX realizar un foro con 5 mesas de diálogo.

Así podremos objetivamente hacer un balance tanto a las autoridades como a la ciudadanía de lo acontecido en estos años, aprender más de la operación de los parquímetros, la responsabilidad y obligaciones de las empresas, así como de los usuarios, entre otros temas que nos permitirán emitir opiniones, observaciones y conclusiones para que este sistema de estacionamiento en el espacio público continúe operando de la mejor manera, en beneficio de todos.

Pero también, en caso de ser necesario poder desde el Congreso, realizar modificaciones o actualizaciones a las leyes para garantizar que sean acordes con las características y condiciones actuales de la CDMX.