/ domingo 12 de junio de 2022

La agenda internacional y de Seguridad de México

Se ha comentado en varias ocasiones desde este espacio, la singularidad de la ubicación geográfica de México. Su calidad de puente entre Latinoamérica y lo que se considera la América anglosajona. Los privilegios de contar con extensos litorales a los océanos más grandes del mundo, así como por las condiciones para ser objeto de codicia a lo largo de la historia, de las potencias comerciales y militares del momento. Todo lo anterior, es determinante para darle contexto a las condiciones que como suele pasarle a cada época del país, debe procesar y superar, para continuar su desarrollo en paz y con justicia social.

No sólo por su realización, sino también por el contexto, la Cumbre de las Américas, ha traído de nuevo y de forma natural, la polémica a propósito del papel que tiene nuestro país en el Continente Americano y también en las dinámicas de poder a nivel mundial. Al mismo tiempo, se ha animado el debate político y académico, respecto de las base, el pragmatismo y las visiones de la diplomacia y política exterior de México. Esto es sin duda, una situación positiva que lo primero que hace, es reconocer la relevancia de un recurso fundamental como es la Geografía, para darle base y fundamento a cualquiera de los argumentos que se esgriman a propósito de nuestras las Relaciones Exteriores.

En primer lugar, deben distinguirse los antagonismos estructurales. Les denomino así, a aquellas variables, que de forma original y permanente, en su descontrol, pueden llegar a afectar o alterar de manera notable las condiciones de paz y desarrollo para el país. Por eso, estudiar y reconocer las características de México en cuanto a su ubicación en el mapa, resulta sustancial para confeccionar la agenda internacional, que invariablemente afecta y condiciona la agenda nacional.

En segundo término, se encuentran los otros antagonismos estructurales, que tienen que ver con las dinámicas políticas del Continente. Por ejemplo, ahora mismo, las diferencias ideológicas, que se evidenciaron en la referida Cumbre de las Américas, desde luego que tienen una serie de afectaciones que se descubren, además de en ese tipo de foros, en aspectos comerciales, migratorios y de vínculos con el resto del mundo. Allí está la invasión de Rusia a Ucrania, que ha implicado realineamientos diplomáticos y de política exterior, sobrepasando visiones y principios ideológicos.

De allí que la articulación de la agenda internacional de México, deba considerar aspectos, además de las consideraciones del Presidente de la República, cómo sucede en cada gobierno, elementos que siempre estarán como condicionantes de las bases de la política exterior, como los señalados brevemente. Más adelante, trataré los antagonismo emergentes o coyunturales, referentes a la política exterior de nuestro país, pues estos también, tienen un importante peso en la conducción de la agenda de Seguridad Nacional, entre otras sensibles áreas. Entre ellas, el crimen organizado trasnacional.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso

Se ha comentado en varias ocasiones desde este espacio, la singularidad de la ubicación geográfica de México. Su calidad de puente entre Latinoamérica y lo que se considera la América anglosajona. Los privilegios de contar con extensos litorales a los océanos más grandes del mundo, así como por las condiciones para ser objeto de codicia a lo largo de la historia, de las potencias comerciales y militares del momento. Todo lo anterior, es determinante para darle contexto a las condiciones que como suele pasarle a cada época del país, debe procesar y superar, para continuar su desarrollo en paz y con justicia social.

No sólo por su realización, sino también por el contexto, la Cumbre de las Américas, ha traído de nuevo y de forma natural, la polémica a propósito del papel que tiene nuestro país en el Continente Americano y también en las dinámicas de poder a nivel mundial. Al mismo tiempo, se ha animado el debate político y académico, respecto de las base, el pragmatismo y las visiones de la diplomacia y política exterior de México. Esto es sin duda, una situación positiva que lo primero que hace, es reconocer la relevancia de un recurso fundamental como es la Geografía, para darle base y fundamento a cualquiera de los argumentos que se esgriman a propósito de nuestras las Relaciones Exteriores.

En primer lugar, deben distinguirse los antagonismos estructurales. Les denomino así, a aquellas variables, que de forma original y permanente, en su descontrol, pueden llegar a afectar o alterar de manera notable las condiciones de paz y desarrollo para el país. Por eso, estudiar y reconocer las características de México en cuanto a su ubicación en el mapa, resulta sustancial para confeccionar la agenda internacional, que invariablemente afecta y condiciona la agenda nacional.

En segundo término, se encuentran los otros antagonismos estructurales, que tienen que ver con las dinámicas políticas del Continente. Por ejemplo, ahora mismo, las diferencias ideológicas, que se evidenciaron en la referida Cumbre de las Américas, desde luego que tienen una serie de afectaciones que se descubren, además de en ese tipo de foros, en aspectos comerciales, migratorios y de vínculos con el resto del mundo. Allí está la invasión de Rusia a Ucrania, que ha implicado realineamientos diplomáticos y de política exterior, sobrepasando visiones y principios ideológicos.

De allí que la articulación de la agenda internacional de México, deba considerar aspectos, además de las consideraciones del Presidente de la República, cómo sucede en cada gobierno, elementos que siempre estarán como condicionantes de las bases de la política exterior, como los señalados brevemente. Más adelante, trataré los antagonismo emergentes o coyunturales, referentes a la política exterior de nuestro país, pues estos también, tienen un importante peso en la conducción de la agenda de Seguridad Nacional, entre otras sensibles áreas. Entre ellas, el crimen organizado trasnacional.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso