/ domingo 27 de mayo de 2018

La princesa Diana y la conexión con Matamoros

La boda real en Windsor hizo a las producciones de las cadenas buscar el mejor analista para sus transmisiones. Univisión para las largas cinco horas contó con un testigo de excepción: Patrick Jephson que fuera durante ocho años secretario privado de la fallecida Princesa Diana...

Jephson era más que un secretario, había sido escudero y miembro activo de la Marina británica y en el lapso de su trabajo real fue el jefe de gobierno del palacio de Kensington donde Diana vivía y a la vez era el encargado de lidiar con la prensa por todo lo relacionado su famosísima jefa.

Le tocaron los difíciles años de la ruptura del matrimonio y del divorcio de los príncipes de Gales y también los ocho años inesperados de un profundo aprendizaje sobre todo en cuando actuar y como callar.

Al sentarse en el estudio de televisión improvisado con el palacio de Windsor al fondo, de pronto, y como de la nada salió algo inesperado: estaba casado con una mexicoamericana nacida en Matamoros, Tamaulipas, con quien vive en Washington, la capital.

Quedé con la boca abierta cuando supe que Jepshon entendía español más de lo que lo habla, pero que conoce Matamoros, la tierra de su mujer. Su conocimiento de México me sorprendió gratamente e hizo más afable su intervención en el programa.

No puede una abstraerse a que, su carta de dimisión como secretario privado de la princesa, fue guardada por esta entre sus documentos y artículos más privados. Ella lo apreciaba y su partida le dejó un sitio vacante.Con la confianza ganada en sus años de trabajo junto a la difunta suegra de Meghan, es que Jepshon se atreve no solo a escribir un libro titulado “El factor Meghan” sino a darle el mejor y acertado de los consejos.

“Que disfrute. Que nada la empañe, que sea ella sin que nunca parezca que está actuando. Al fin de cuentas ella se encuentra ya en una familia que es profesional de la relaciones públicas, que saben comportarse en todo momento y que conocen cada gesto, cada ceremonia, lo que está dispuesto, lo que debe hacerse y lo que no.”

Le pregunto qué sucedería con este matrimonio si la princesa Diana estuviera viva…

“Estaría feliz. Totalmente feliz. Ella era una gran madre para sus hijos y los quería ver felices. Sin lugar a dudas que hubiera aprobado este matrimonio y los hubiera apoyado”
No puede obviarse la gran pregunta… ¿imagina esta boda con Carlos y Camila en la capilla de San Jorge y al lado la princesa Diana?

Jepshon deja ver una sonrisa educada que no conoce de excesos..

“Seguramente que hubiese sido algo muy interesante de ver, ella por el príncipe Harryhubiera hecho hasta lo imposible porque fuera un día feliz, pero yo no hubiera querido estar en los zapatos de quienes dictaran el protocolo, los asientos, y como tratar a los tres miembros de la familia, el príncipe Carlos, Camila y la princesa Diana.”

Soy yo la que me quedo pensativa.Patrick Jepshon mismo concede que su salida del codiciado trabajo no fue del todo bien visto en su momento, pero que el tenía que intentar nuevos horizontes. Había viajado con la princesa por cinco continentes, y el irlandés de nacimiento tendría derecho ya a su vida propia. Volar con sus propias alas también tuvo un costo para él. Es aquí donde la conexión de Matamoros, México vuelve a mi cabeza.

Un hombre con tanto “mundo recorrido” fue a realizar la mejor parte de su vida, ya sin presiones, al lado de una mexicana de la que no se conoce más. Al fin y al cabo, Jepshon sabe cómo proteger y resguardar lo que a su lado está.

La boda real en Windsor hizo a las producciones de las cadenas buscar el mejor analista para sus transmisiones. Univisión para las largas cinco horas contó con un testigo de excepción: Patrick Jephson que fuera durante ocho años secretario privado de la fallecida Princesa Diana...

Jephson era más que un secretario, había sido escudero y miembro activo de la Marina británica y en el lapso de su trabajo real fue el jefe de gobierno del palacio de Kensington donde Diana vivía y a la vez era el encargado de lidiar con la prensa por todo lo relacionado su famosísima jefa.

Le tocaron los difíciles años de la ruptura del matrimonio y del divorcio de los príncipes de Gales y también los ocho años inesperados de un profundo aprendizaje sobre todo en cuando actuar y como callar.

Al sentarse en el estudio de televisión improvisado con el palacio de Windsor al fondo, de pronto, y como de la nada salió algo inesperado: estaba casado con una mexicoamericana nacida en Matamoros, Tamaulipas, con quien vive en Washington, la capital.

Quedé con la boca abierta cuando supe que Jepshon entendía español más de lo que lo habla, pero que conoce Matamoros, la tierra de su mujer. Su conocimiento de México me sorprendió gratamente e hizo más afable su intervención en el programa.

No puede una abstraerse a que, su carta de dimisión como secretario privado de la princesa, fue guardada por esta entre sus documentos y artículos más privados. Ella lo apreciaba y su partida le dejó un sitio vacante.Con la confianza ganada en sus años de trabajo junto a la difunta suegra de Meghan, es que Jepshon se atreve no solo a escribir un libro titulado “El factor Meghan” sino a darle el mejor y acertado de los consejos.

“Que disfrute. Que nada la empañe, que sea ella sin que nunca parezca que está actuando. Al fin de cuentas ella se encuentra ya en una familia que es profesional de la relaciones públicas, que saben comportarse en todo momento y que conocen cada gesto, cada ceremonia, lo que está dispuesto, lo que debe hacerse y lo que no.”

Le pregunto qué sucedería con este matrimonio si la princesa Diana estuviera viva…

“Estaría feliz. Totalmente feliz. Ella era una gran madre para sus hijos y los quería ver felices. Sin lugar a dudas que hubiera aprobado este matrimonio y los hubiera apoyado”
No puede obviarse la gran pregunta… ¿imagina esta boda con Carlos y Camila en la capilla de San Jorge y al lado la princesa Diana?

Jepshon deja ver una sonrisa educada que no conoce de excesos..

“Seguramente que hubiese sido algo muy interesante de ver, ella por el príncipe Harryhubiera hecho hasta lo imposible porque fuera un día feliz, pero yo no hubiera querido estar en los zapatos de quienes dictaran el protocolo, los asientos, y como tratar a los tres miembros de la familia, el príncipe Carlos, Camila y la princesa Diana.”

Soy yo la que me quedo pensativa.Patrick Jepshon mismo concede que su salida del codiciado trabajo no fue del todo bien visto en su momento, pero que el tenía que intentar nuevos horizontes. Había viajado con la princesa por cinco continentes, y el irlandés de nacimiento tendría derecho ya a su vida propia. Volar con sus propias alas también tuvo un costo para él. Es aquí donde la conexión de Matamoros, México vuelve a mi cabeza.

Un hombre con tanto “mundo recorrido” fue a realizar la mejor parte de su vida, ya sin presiones, al lado de una mexicana de la que no se conoce más. Al fin y al cabo, Jepshon sabe cómo proteger y resguardar lo que a su lado está.