Al Ejército Mexicano, por la certificación que recibió en la aplicación del Plan DN-III.
La 64 legislatura del Congreso mexicano ha llegado a su primera mitad de existencia con la clausura de su tercer periodo de sesiones ordinarias. Debo destacar que en esta ocasión no tuvieron lugar sesiones maratónicas ni nocturnas, sino que el trabajo legislativo fue bien distribuido durante el último tramo del periodo, permitiendo que la sociedad tuviera oportunidad de enterarse al momento sobre lo que acontecía en ambas cámaras federales.
De tal forma, durante 103 días fueron muchos los temas y pendientes abordados, no obstante, uno de los aspectos que mayor atención despertó entre la población fue el referente al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y sus acuerdos paralelos, que se pretende lleguen a sustituir al actual TLCAN.
Si había un tema de preocupación para México ése era el T-MEC.
Y si bien esa prioridad se reflejó en que el Senado mexicano convocara a un periodo extraordinario en junio pasado para aprobar dicho tratado, sucesivas modificaciones implicaron que el tema fuera vuelto a tratar a principios de diciembre, cuando Ricardo Monreal Ávila, Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, reveló que en pláticas con congresistas estadounidenses existía la posibilidad de que el tratado fuera aprobado con algunos cambios por el Capitolio antes de la elección presidencial en la Unión Americana.
De ahí la celeridad y oportunidad con que actuó el Senado mexicano, que a lo largo de los recientes cuatro meses ha sido presidido por la tabasqueña Mónica Fernández Balboa, quien es una mujer de decisión que ha demostrado que sus compañeros no se equivocaron al elegirla como la responsable de conducir los debates parlamentarios.
Mónica Fernández cuenta con experiencia legislativa y administrativa que le ha permitido hacer frente exitosamente a los retos que se viven en la conducción de un Senado diverso, plural y exigente.
Es evidente que este periodo no estuvo exento de momentos de gran tensión y polarización, pero la madurez y visión de cada uno de sus 128 integrantes permitió que la conducción de la presidenta Mónica Fernández rindiera frutos y se restableciera el orden y la cordialidad.
No en balde, se trata de la cámara de las y los sabios; mujeres y hombres que deben ser muestra de madurez, prudencia y sensatez.
Como lo señaló la propia Presidenta del Senado durante la última sesión ordinaria de 2019, se atendieron 109 dictámenes que se traducen en reformas constitucionales y legales que buscan atender las demandas sociales y económicas de la sociedad en su conjunto, al tiempo de que se aprobaron ni más ni menos que 400 nombramientos, los cuales requirieron de un trabajo previo de auscultación, análisis y determinación.
Asimismo, el Senado fue la cámara responsable de aprobar 13 instrumentos internacionales, que hoy más que nunca tienen una importancia real y medible para la Nación en su conjunto.
La dupla Monreal-Fernández ha dado buenos resultados a sus compañeros y mucho se espera para el periodo que inicia el 1 de febrero de 2020. Al tiempo.
@jlcamachov