/ domingo 24 de noviembre de 2019

Un renovado 20 de noviembre

Desde luego, que redacto esta colaboración, como un privilegiado mexicano que estuvo en el zócalo de la Ciudad de México. A partir del primer año del entonces Presidente Vicente Fox Quezada y de forma inexplicable, hasta el sexenio de Enrique Peña Nieto, la celebración del inicio de la Revolución Mexicana, era casi como una vergüenza. Sea porque pertenecía al antiguo régimen, sea porque en la era de la globalización y la modernidad, el nacionalismo era mal visto.

La conmemoración del pasado miércoles en la plaza principal de la Ciudad de México, contó con dos elementos sustanciales en la historia de nacional. El primero, sin duda, las Fuerzas Armadas. Y el segundo, la presencia del caballo como una herramienta, más allá de ser una bestia noble, intrépida arma de ataque y defensa. De acuerdo con los datos proporcionados por el recién ascendido a General de División y Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Homero Mendoza, desfilaron ante un entusiasta Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, poco más de dos mil quinientos caballos y jinetes. Sí, leyó usted bien.

También por primera ocasión, la ceremonia de ascensos y condecoraciones, se llevó a cabo dentro del Palacio Nacional y no en el Campo Marte. Siguiendo con el relato, hubo constancia de la determinante participación de la Armada de México no sólo en la Revolución, sino en la difícil y complicada construcción del país. De esa manera, la ciudadanía puedo constatar, que la presencia del Ejército Mexicano, Armada de México y Fuerza Aérea Mexicana, son un pilar fundamental de la historia y democracia del país. De allí, que no obstante y ser un día hábil, miles y miles de personas, familias y sociedad en general, se dieron cita en el Centro Histórico de la capital del país para regresar a conmemorar el inicio de la Revolución Mexicana.

Al frente del Balcón Presidencial, se observaron acrobacias ecuestres de muy difícil realización. Por tratarse de asfalto en donde las cabalgaduras a toda velocidad, debieron responder al mando del jinete. Solo tuvimos que lamentar un incidente menor, por fortuna, de 25 electrizantes ejecuciones. El Presidente de la República se observaba contento e impresionado por cada una de las suertes realizadas por los integrantes de la Arma de Caballería.

Respecto de la presencia de la Fuerzas Armadas en el evento, debe subrayarse que su contribución a la construcción del país, fue algo que mediante la escenificación de la historia de México, así como el paso de numerosos carros alegóricos, algo que no tiene precedentes en la institucionalidad. Pues en tanto varios países latinoamericanos pasan por situaciones complejas de inestabilidad política (otro asunto es la inseguridad pública), en nuestro país hay elementos sustanciales para centrar nuestra opinión en el valor y capacidad del estamento militar. Pues tal y como lo argumentó el General Secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval en la ceremonia, la lealtad y la institucionalidad de las Fuerzas Armadas, es algo que distingue a la democracia de México.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso

Desde luego, que redacto esta colaboración, como un privilegiado mexicano que estuvo en el zócalo de la Ciudad de México. A partir del primer año del entonces Presidente Vicente Fox Quezada y de forma inexplicable, hasta el sexenio de Enrique Peña Nieto, la celebración del inicio de la Revolución Mexicana, era casi como una vergüenza. Sea porque pertenecía al antiguo régimen, sea porque en la era de la globalización y la modernidad, el nacionalismo era mal visto.

La conmemoración del pasado miércoles en la plaza principal de la Ciudad de México, contó con dos elementos sustanciales en la historia de nacional. El primero, sin duda, las Fuerzas Armadas. Y el segundo, la presencia del caballo como una herramienta, más allá de ser una bestia noble, intrépida arma de ataque y defensa. De acuerdo con los datos proporcionados por el recién ascendido a General de División y Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Homero Mendoza, desfilaron ante un entusiasta Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, poco más de dos mil quinientos caballos y jinetes. Sí, leyó usted bien.

También por primera ocasión, la ceremonia de ascensos y condecoraciones, se llevó a cabo dentro del Palacio Nacional y no en el Campo Marte. Siguiendo con el relato, hubo constancia de la determinante participación de la Armada de México no sólo en la Revolución, sino en la difícil y complicada construcción del país. De esa manera, la ciudadanía puedo constatar, que la presencia del Ejército Mexicano, Armada de México y Fuerza Aérea Mexicana, son un pilar fundamental de la historia y democracia del país. De allí, que no obstante y ser un día hábil, miles y miles de personas, familias y sociedad en general, se dieron cita en el Centro Histórico de la capital del país para regresar a conmemorar el inicio de la Revolución Mexicana.

Al frente del Balcón Presidencial, se observaron acrobacias ecuestres de muy difícil realización. Por tratarse de asfalto en donde las cabalgaduras a toda velocidad, debieron responder al mando del jinete. Solo tuvimos que lamentar un incidente menor, por fortuna, de 25 electrizantes ejecuciones. El Presidente de la República se observaba contento e impresionado por cada una de las suertes realizadas por los integrantes de la Arma de Caballería.

Respecto de la presencia de la Fuerzas Armadas en el evento, debe subrayarse que su contribución a la construcción del país, fue algo que mediante la escenificación de la historia de México, así como el paso de numerosos carros alegóricos, algo que no tiene precedentes en la institucionalidad. Pues en tanto varios países latinoamericanos pasan por situaciones complejas de inestabilidad política (otro asunto es la inseguridad pública), en nuestro país hay elementos sustanciales para centrar nuestra opinión en el valor y capacidad del estamento militar. Pues tal y como lo argumentó el General Secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval en la ceremonia, la lealtad y la institucionalidad de las Fuerzas Armadas, es algo que distingue a la democracia de México.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso