/ martes 13 de noviembre de 2018

Cómo se ve AMLO a sí mismo

El pasado 21 de octubre, al ser entrevistado a bordo del avión que lo conducía a Tuxtla Gutiérrez, AMLO formuló una detallada y muy reveladora explicación sobre el concepto personal que tiene en su mente, de lo que para él significa ser fifí y, por lo tanto, de lo que piensa de quienes así califica. Pero también revela cómo se ve a sí mismo frente a ellos. Para poder entenderlo bien es necesario recurrir a una larga cita textual de sus palabras:

“Los que le hicieron más daño al movimiento revolucionario maderista, fueron los fifí, ayudaron a los golpistas, y hubo una prensa, en ese entonces, El Debate y otros periódicos que se dedicaron a denostar al presidente Madero. Bueno, esa prensa y los fifís, quemaron la casa de la familia Madero. Cuando detienen al hermano de Francisco I. Madero y asesinan cobardemente a Gustavo A. Madero, los fifís hacen caravanas con sus carros y festejan”.

”Y luego esa prensa siempre apostó a apoyar la militarización, el golpe de Estado, y tiene que ver mucho con el conservadurismo, venían del régimen porfirista, eran serviles, era una prensa sometida y cuando triunfa el momento revolucionario, triunfa Madero, él garantiza libertades plenas, y se portaron muy mal, no sólo con Madero, sino el país, le hicieron mucho daño a México, fueron los que atizaron el fuego para que se volviese cruenta la revolución mexicana y se perdieran muchas vidas humanas. Entonces, lo del fifí viene de eso, para darle una ubicación histórica, entonces eso sí se los voy a seguir diciendo, porque son herederos de ese pensamiento y de ese proceder”.

Así que ahora ya podemos saberlo: AMLO se equipara como demócrata con Francisco I. Madero y percibe a los que osan criticarlo o cuestionarlo como fifís, como neoporfiristas, golpistas, serviles, prensa sometida. Por ello, en su condición de una especie de gran prócer y muy anticipado autor de una paradisíaca Cuarta Transformación de México, para ubicar históricamente a sus críticos les seguirá diciendo fifís, especie de neopartidarios de Victoriano Huerta.

Por un lado, tenemos así su notable menosprecio por sus detractores, por el otro, podemos constatar que quizá su hoy cada vez más elevada autoestima lo hace considerarse a sí mismo como un ser superior con rasgos de infalibilidad. Es quizá por ello que, aún ante decisiones descabelladas, sus colaboradores cercanos no se atreven a contradecir a tan iluminada personalidad. Les resulta demasiado riesgoso.

amartinezv@derecho.unam.mx

@AlejoMVendrell

El pasado 21 de octubre, al ser entrevistado a bordo del avión que lo conducía a Tuxtla Gutiérrez, AMLO formuló una detallada y muy reveladora explicación sobre el concepto personal que tiene en su mente, de lo que para él significa ser fifí y, por lo tanto, de lo que piensa de quienes así califica. Pero también revela cómo se ve a sí mismo frente a ellos. Para poder entenderlo bien es necesario recurrir a una larga cita textual de sus palabras:

“Los que le hicieron más daño al movimiento revolucionario maderista, fueron los fifí, ayudaron a los golpistas, y hubo una prensa, en ese entonces, El Debate y otros periódicos que se dedicaron a denostar al presidente Madero. Bueno, esa prensa y los fifís, quemaron la casa de la familia Madero. Cuando detienen al hermano de Francisco I. Madero y asesinan cobardemente a Gustavo A. Madero, los fifís hacen caravanas con sus carros y festejan”.

”Y luego esa prensa siempre apostó a apoyar la militarización, el golpe de Estado, y tiene que ver mucho con el conservadurismo, venían del régimen porfirista, eran serviles, era una prensa sometida y cuando triunfa el momento revolucionario, triunfa Madero, él garantiza libertades plenas, y se portaron muy mal, no sólo con Madero, sino el país, le hicieron mucho daño a México, fueron los que atizaron el fuego para que se volviese cruenta la revolución mexicana y se perdieran muchas vidas humanas. Entonces, lo del fifí viene de eso, para darle una ubicación histórica, entonces eso sí se los voy a seguir diciendo, porque son herederos de ese pensamiento y de ese proceder”.

Así que ahora ya podemos saberlo: AMLO se equipara como demócrata con Francisco I. Madero y percibe a los que osan criticarlo o cuestionarlo como fifís, como neoporfiristas, golpistas, serviles, prensa sometida. Por ello, en su condición de una especie de gran prócer y muy anticipado autor de una paradisíaca Cuarta Transformación de México, para ubicar históricamente a sus críticos les seguirá diciendo fifís, especie de neopartidarios de Victoriano Huerta.

Por un lado, tenemos así su notable menosprecio por sus detractores, por el otro, podemos constatar que quizá su hoy cada vez más elevada autoestima lo hace considerarse a sí mismo como un ser superior con rasgos de infalibilidad. Es quizá por ello que, aún ante decisiones descabelladas, sus colaboradores cercanos no se atreven a contradecir a tan iluminada personalidad. Les resulta demasiado riesgoso.

amartinezv@derecho.unam.mx

@AlejoMVendrell