México no va bien. El decrecimiento económico padecido durante 2019, la austeridad que se convirtió en sofocación para las instituciones públicas, el aumento de la inseguridad, la cancelación de proyectos de inversión, la disminución de empleos y la negativa a responder oportunamente a una pandemia que nos está azotando como a pocos países en el mundo, nos colocan en el peor escenario posible.
Nuestros pilares, como son los ingresos petroleros, turísticos y de exportación están por los suelos, y las remesas que envían nuestros connacionales ya empezaron a sufrir mermas.
Mientras autoridades federales dan por sentado que el Covid-19 matará a 30, 40, 50 ó 65 mil mexicanos, hay quien impulsa desde su respectiva trinchera la toma de decisiones oportunas que eviten llegar a esas cantidades y proteger la salud e integridad de los mexicanos.
Me refiero a Alejandro Moreno Cárdenas, quien al frente del PRI no ha parado de realizar propuestas concretas, viables, concienzudas y oportunas para paliar los efectos de una pandemia que, lamentablemente, está matando a los más pobres de México.
Resulta falaz afirmar que en la actual crisis sanitaria y económica se está protegiendo a los más necesitados, al contrario, son los más desprotegidos por la falta de empleo, insuficientes servicios en sus hogares, incapacidad institucional para atenderlos en los hospitales públicos e incremento de precios en productos básicos.
Nunca antes México había tenido un gobierno tan lejano a las necesidades de la población, con escaza capacidad de respuesta y clara vocación por crear cortinas de humo y desviar la atención hacia asuntos que sólo interesan a la clase gobernante.
Ante ello, Moreno Cárdenas ha dicho con todas sus letras que en el PRI no se conspira, sino que se dialoga, consensua y proponen soluciones claras a los problemas que sufre nuestro país.
Alejandro Moreno Cárdenas ha llamado reiteradamente a realizar un acuerdo nacional que siente las bases de operación de un gobierno que hoy luce descoordinado, fragmentado, con poca preparación y nulo conocimiento de los problemas que padecen a diario millones de mexicanos.
Por tales razones, el líder priista no ha caído en provocaciones ni desviado la atención de lo que verdaderamente importa: responder a los mexicanos en las difíciles circunstancias que estamos viviendo.
No hay 2021, ni elecciones ni revocación de mandato y mucho menos 2024 si México no supera de la mejor forma la pandemia que, es evidente, está descontrolada y fuera de todo pronóstico.
Alejandro Moreno ha dejado en claro que el PRI no quiere que le vaya mal al gobierno, pues hacerlo sería mezquino y oprobioso, sino que le vaya bien a México. Lamentablemente nadie puede decir que estamos en esa dirección.
A pesar de las graves desigualdades, México no está dividido. La sociedad ha demostrado una y otra vez que puede trabajar hombro a hombro, en equipo, para salir adelante, y ése es el propósito que ha demostrado Alejandro Moreno Cárdenas al frente del PRI: crear sinergias, no divergencias.
No hay futuro en la división y el encono, ninguna sociedad se ha construido a partir de ello, en cambio sí en el diálogo, los entendimientos y la solidaridad. Me queda claro que ésa es la apuesta del PRI.
@jlcamachov
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