/ martes 31 de julio de 2018

Los problemas evolucionan (1890-2018)

Los señores Samuel Warren y Louis Brandeis escribieron en 1890 un artículo sobre el derecho a la vida privada -o- a la intimidad. El texto trata sobre conductas irregulares de periodistas y la afectación a ese espacio de nuestras vidas que no deseamos compartir con todo el mundo. Este debate sigue vivo para algunos sectores de la sociedad. Hoy en día, la gran batalla de la privacidad está en la recolección de datos en internet.

La red es el universo de computadoras que comunican, registran o cambian ideas (casi siempre) de manera gratuita. Sí, todos somos parte fundamental de internet. Éste es el desarrollo más amplio de libertad de expresión, acceso a la información, asociación y, por desgracia, de cierto tipo de espionaje del que se tenga registro en la historia. Dicho en otras palabras: la red nos da voz a todos, genera un piso parejo en lo que toca a la libertad de expresión y a otros derechos humanos, pero pone todos nuestros datos en manos de varias compañias. El derecho ha sido incapaz de crear reglas claras al respecto, el mayor problema es que la regulación tendría que ser más o menos uniforme en todo el mundo.

La conexión entre todas las computadoras del mundo sólo es posible a través de alguien que preste el servicio de hacer fluir la información y dejar un registro de ésta. Aquí está el primer galimatías y negocio de la red: ¿quién suministra el acceso? y ¿en qué condiciones se permite ingresar? Hoy en día, son las compañías de telefonía movil o domiciliada quienes predominan en este ámbito y éstas pueden recabar datos de qué hacemos o dejamos de hacer en internet. Los Estados se han preocupado más por cobrar los impuestos a esas compañías. Nuestros derechos a la privacidad o delconsumidor, bien gracias.

Los seres humanos tenemos nombre, apellido y domicilio en la vida real, lo mismo sucede en internet. Todos los usuarios de computadoras tienen características que se acumulan en su IP, los cuales vamos vinculando a nuestro teléfono celular hasta que las compañias tienen una nítida idea de quiénes somos y dónde estamos, por ejemplo: sin solicitarlo, Google nos dice dónde está el coche estacionado o el tiempo qué haremos a nuestras casas. La tecnología permite que se procesen nuestras llamadas, movimiento, búsquedas en internet, tiempo de mensajes y datos que ingresamos voluntariamente y el resultado es una radiografía de nuestras vidas.

Existen múltiples ejemplos donde se hace minería de datos de manera abusiva. Nuestro referente más cercano esel caso de la línea 7 del metro en la capital. Cuando el gobierno dijo que existiría internet gratuito en el transporte público de la CDMX, resultó que había que proporcionar nombre, correo electrónico y teléfono para tener acceso al servicio y luego nos enteramos que la información se utilizaría con fines de mercadotecnia. Nunca se acabó de esclarecer el papel de la compañía BKO Security y qué hacían con la información que recopilaban.Por otro lado, están los escándalos del servicio de Ashley Madison que, al parecer, provocódos suicidios,uno más cortesía de Facebook con Cambridge Analytica, pasando por Amazon, etc. Cada una de las compañías les da distintos usos a nuestros datos, ya sea meramente publicitarios, hasta tratar de influir en cuestiones democráticas. Ingresar a internet nos da muchos beneficios, sin olvidar, que en lared nuestra vida privada se puede convertir en un producto con muchos fines.Nada es gratis.

Dr. En Derecho


Los señores Samuel Warren y Louis Brandeis escribieron en 1890 un artículo sobre el derecho a la vida privada -o- a la intimidad. El texto trata sobre conductas irregulares de periodistas y la afectación a ese espacio de nuestras vidas que no deseamos compartir con todo el mundo. Este debate sigue vivo para algunos sectores de la sociedad. Hoy en día, la gran batalla de la privacidad está en la recolección de datos en internet.

La red es el universo de computadoras que comunican, registran o cambian ideas (casi siempre) de manera gratuita. Sí, todos somos parte fundamental de internet. Éste es el desarrollo más amplio de libertad de expresión, acceso a la información, asociación y, por desgracia, de cierto tipo de espionaje del que se tenga registro en la historia. Dicho en otras palabras: la red nos da voz a todos, genera un piso parejo en lo que toca a la libertad de expresión y a otros derechos humanos, pero pone todos nuestros datos en manos de varias compañias. El derecho ha sido incapaz de crear reglas claras al respecto, el mayor problema es que la regulación tendría que ser más o menos uniforme en todo el mundo.

La conexión entre todas las computadoras del mundo sólo es posible a través de alguien que preste el servicio de hacer fluir la información y dejar un registro de ésta. Aquí está el primer galimatías y negocio de la red: ¿quién suministra el acceso? y ¿en qué condiciones se permite ingresar? Hoy en día, son las compañías de telefonía movil o domiciliada quienes predominan en este ámbito y éstas pueden recabar datos de qué hacemos o dejamos de hacer en internet. Los Estados se han preocupado más por cobrar los impuestos a esas compañías. Nuestros derechos a la privacidad o delconsumidor, bien gracias.

Los seres humanos tenemos nombre, apellido y domicilio en la vida real, lo mismo sucede en internet. Todos los usuarios de computadoras tienen características que se acumulan en su IP, los cuales vamos vinculando a nuestro teléfono celular hasta que las compañias tienen una nítida idea de quiénes somos y dónde estamos, por ejemplo: sin solicitarlo, Google nos dice dónde está el coche estacionado o el tiempo qué haremos a nuestras casas. La tecnología permite que se procesen nuestras llamadas, movimiento, búsquedas en internet, tiempo de mensajes y datos que ingresamos voluntariamente y el resultado es una radiografía de nuestras vidas.

Existen múltiples ejemplos donde se hace minería de datos de manera abusiva. Nuestro referente más cercano esel caso de la línea 7 del metro en la capital. Cuando el gobierno dijo que existiría internet gratuito en el transporte público de la CDMX, resultó que había que proporcionar nombre, correo electrónico y teléfono para tener acceso al servicio y luego nos enteramos que la información se utilizaría con fines de mercadotecnia. Nunca se acabó de esclarecer el papel de la compañía BKO Security y qué hacían con la información que recopilaban.Por otro lado, están los escándalos del servicio de Ashley Madison que, al parecer, provocódos suicidios,uno más cortesía de Facebook con Cambridge Analytica, pasando por Amazon, etc. Cada una de las compañías les da distintos usos a nuestros datos, ya sea meramente publicitarios, hasta tratar de influir en cuestiones democráticas. Ingresar a internet nos da muchos beneficios, sin olvidar, que en lared nuestra vida privada se puede convertir en un producto con muchos fines.Nada es gratis.

Dr. En Derecho


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