/ miércoles 25 de marzo de 2020

Más vale prevenir

Más vale prevenir que lamentar. Las personas que instrumentan medidas para evitar una calamidad, no la sufren o la padecen menos. Un ejemplo muy básico es hervir el agua antes de consumirla -o- cuando vamos a cruzar la calle, voltear para ambos lados antes de seguir nuestro camino. Siempre, en materia de salud esto es de la mayor importancia.

Este año, en la Ciudad de México se han registrado más de cuarenta casos de sarampión. En su mayoría son adultos pero también hay casos de niños. Al mismo tiempo, se han informado tres casos en el Estado de México. Esto nos debe llamar la atención. El sarampión es una enfermedad producida por un virus, misma que causó millones de muertes en la primera mitad del siglo XX. El punto es que hoy existe una vacuna para esta enfermedad pero tenemos estos casos en la capital del país. En efecto, hay vacuna para el sarampión desde el año de 1963 y, con la aplicación de la misma, en el año de 1973 solo se registraron 56 casos en el país y, sin embargo, hoy seguimos con este problema.

El Estado mexicano es el principal responsable de la salud de todas las personas que estén en territorio nacional. El derecho a la salud implica abstenciones del poder público, pero sobre todo, conlleva tareas de hacer. Una serie de acciones que garanticen la salud de cualquiera. En efecto, el Estado es el primer garante de nuestro bienestar físico y mental. Así las cosas, podríamos señalar que el Estado les está fallando a esas personas que están enfermas del virus mencionado. Recordemos que hay vacuna. Aquí abundemos un poco más en los incidentes de sarampión. Querido lector, veamos:

Algunos casos de sarampión se dieron al interior de los reclusorios. En el mundo de la teoría, las personas que se encuentran en la cárcel están bajo el más estricto control del Estado. En efecto, en las cárceles se reduce, de manera dramática, la capacidad de elección de los seres humanos. Pues bien, parece que en el espacio físico, en que el Estado debería tener más control y cuidado con las personas, éste no puede garantizar el derecho a la salud. En los medios de comunicación se nos dice que el sarampión se esparció por una visita, aquí nos debemos preguntar: ¿acaso el Estado se debería de preocupar por la cartilla de vacunación de los reos? Todos sabemos que en las cárceles hay autogobiernos y que tiene sistemas de salud desastrosos, pero el mínimo es que se verificará la cartilla de vacunación de quien ingresa para garantizar el bienestar de éste y de los demás.

El sarampión ya no debería de existir en México, tenemos miles de vacunas y el personal para aplicarlas. La literatura nos dice que en nuestro país, en ciertas zonas rurales, se complicaba la aplicación de la vacuna, en igualdad de circunstancias, se tenía el mismo problema por cuestiones ideológicas. Sin embargo, aquí estamos hablando de casos dentro de la capital del país, en el Estado de México, y sin cuestiones ideológicas de por medio. Hay algo que se está haciendo mal en materia de salud, en caso contrario, estos casos de sarampión no estarían sucediendo. Ojalá se tomen las medidas de prevención necesarias en todos los asuntos que se enlacen con la salud de los mexicanos y las mexicanas.

Más vale prevenir que lamentar. Las personas que instrumentan medidas para evitar una calamidad, no la sufren o la padecen menos. Un ejemplo muy básico es hervir el agua antes de consumirla -o- cuando vamos a cruzar la calle, voltear para ambos lados antes de seguir nuestro camino. Siempre, en materia de salud esto es de la mayor importancia.

Este año, en la Ciudad de México se han registrado más de cuarenta casos de sarampión. En su mayoría son adultos pero también hay casos de niños. Al mismo tiempo, se han informado tres casos en el Estado de México. Esto nos debe llamar la atención. El sarampión es una enfermedad producida por un virus, misma que causó millones de muertes en la primera mitad del siglo XX. El punto es que hoy existe una vacuna para esta enfermedad pero tenemos estos casos en la capital del país. En efecto, hay vacuna para el sarampión desde el año de 1963 y, con la aplicación de la misma, en el año de 1973 solo se registraron 56 casos en el país y, sin embargo, hoy seguimos con este problema.

El Estado mexicano es el principal responsable de la salud de todas las personas que estén en territorio nacional. El derecho a la salud implica abstenciones del poder público, pero sobre todo, conlleva tareas de hacer. Una serie de acciones que garanticen la salud de cualquiera. En efecto, el Estado es el primer garante de nuestro bienestar físico y mental. Así las cosas, podríamos señalar que el Estado les está fallando a esas personas que están enfermas del virus mencionado. Recordemos que hay vacuna. Aquí abundemos un poco más en los incidentes de sarampión. Querido lector, veamos:

Algunos casos de sarampión se dieron al interior de los reclusorios. En el mundo de la teoría, las personas que se encuentran en la cárcel están bajo el más estricto control del Estado. En efecto, en las cárceles se reduce, de manera dramática, la capacidad de elección de los seres humanos. Pues bien, parece que en el espacio físico, en que el Estado debería tener más control y cuidado con las personas, éste no puede garantizar el derecho a la salud. En los medios de comunicación se nos dice que el sarampión se esparció por una visita, aquí nos debemos preguntar: ¿acaso el Estado se debería de preocupar por la cartilla de vacunación de los reos? Todos sabemos que en las cárceles hay autogobiernos y que tiene sistemas de salud desastrosos, pero el mínimo es que se verificará la cartilla de vacunación de quien ingresa para garantizar el bienestar de éste y de los demás.

El sarampión ya no debería de existir en México, tenemos miles de vacunas y el personal para aplicarlas. La literatura nos dice que en nuestro país, en ciertas zonas rurales, se complicaba la aplicación de la vacuna, en igualdad de circunstancias, se tenía el mismo problema por cuestiones ideológicas. Sin embargo, aquí estamos hablando de casos dentro de la capital del país, en el Estado de México, y sin cuestiones ideológicas de por medio. Hay algo que se está haciendo mal en materia de salud, en caso contrario, estos casos de sarampión no estarían sucediendo. Ojalá se tomen las medidas de prevención necesarias en todos los asuntos que se enlacen con la salud de los mexicanos y las mexicanas.

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