/ miércoles 10 de abril de 2024

Sin salud no hay futuro para todas, todos y todes

Por Frida Romay Hidalgo

En el marco del Día Mundial de la Salud, quiero dar continuidad y profundidad a un texto que escribí que se titula Propuestas para un futuro saludable en el que de forma muy puntual señala cuáles son los puntos torales que, a mi parecer, deben de considerar quien aspire a ser Presidenta o Presidente. En ese mismo tenor, quisiera ahondar en cada punto y que este mensaje sea en especial para todas las personas que están contendiendo para ocupar un cargo público en el poder ejecutivo o legislativo y para la población en general, que seremos quienes les elegiremos por medio de nuestro derecho al voto este 6 de junio.

Sin duda, una de las fortalezas de nuestro Sistema de Salud Mexicano es que la salud está reconocida por nuestro marco legal como un derecho humano que el gobierno tiene la obligación de garantizar a todas las personas, sin distinción alguna. Esto no es algo menor, ya que aún hay numerosos países donde la salud no es reconocida como un derecho o se nombra como tal, pero carece de los mecanismos institucionales y jurídicos para hacerlo valer. Sin embargo, es importante señalar que el simple hecho de que esté establecido en la ley no garantiza que se traduzca en la realidad que se vive día a día. De ser así, México sería un país donde se garantizarán los derechos humanos de todas las personas, se respetarán los derechos de los animales y se preservará el ambiente. Esto está muy lejos de la realidad que enfrentamos quienes vivimos en este país.

Los siguientes puntos que elegí son los torales, sin orden de importancia, que debieran de ser considerados por quien aspire a ocupar la presidencia o cualquier cargo en el servicio público para poder tener un Sistema Nacional de Salud que tenga un enfoque de equidad y justicia social:

1. Las personas que son afectadas por una condición de salud deben de tener un espacio en todos los lugares y encuentros en el que se tomen decisiones que les afecten directa o indirectamente. En ese espacio se tiene que garantizar no solo que se haga eco de lo que tengan que decir sino también que se tome en cuenta. No hay mayor experto en una enfermedad, que la propia persona que es afectada no solo en su salud sino como en diversos ámbitos por tener dicha condición.

2. Se debe fortalecer, ampliar, mejorar y homogeneizar el sistema nacional de información en salud. Es sorprendente, cómo los tomadores de decisiones hacen política pública con los datos que actualmente tenemos disponibles. Por lo que, con auxilio de la tecnología y la inteligencia artificial, debiera crearse un sistema de información en salud en el que se recaben datos del todo sector público, y algunos datos, de especial interés epidemiológico, en el sector privado. Los cuales puedan ser de fácil acceso para todas las personas, y en especial, para los profesionales sociosanitarios que toman decisiones que impactan en la salud no solo de las personas, sino también de los animales y el ambiente.

3. Que se impulse la creación e implementación de una política farmacéutica nacional que atienda las necesidades en salud de la población y tenga un enfoque social. En el que el lucro, no sea lo que se busque sino más bien que se optimice la utilización de los medicamentos, vacunas, e insumos médicos; se reduzcan las inequidades en el acceso y se asegure la calidad de estos en tanto el sector público como privado. El desabasto, lastimosamente, persiste en todos los rincones del país y afecta particularmente a los grupos más vulnerables y desde el Colectivo Cero Desabasto, nos hemos percatado, que sin una política farmacéutica difícilmente se garantizará el derecho a la salud de todas, todos y todes.

4. Que se priorice que el nuevo organismo público descentralizado, IMSS Bienestar, cuente con todos los instrumentos, recursos y presupuesto necesario para poder brindar servicios de salud a los 53.2 millones de personas que no cuentan con seguridad social, las cuales en su mayoría son personas en mayor condición de vulnerabilidad. Además, es importante que haya una gran campaña de comunicación en el que se haga eco del mensaje: La Salud es tu Derecho, no importando si tienes seguridad social o no.

5. Que se vigile y garantice el cumplimiento efectivo del derecho humano a la salud, el cual es reconocido en nuestra constitución, múltiples leyes, normas y tratados internacionales en materia de derechos humanos que México ha suscrito, en otras palabras, que lo establecido en la ley sea una realidad y no, solo parezca un escrito con lo que “debería ser o el ideal que aspiramos”. Es importante brindarles a las personas las herramientas para poder activar los mecanismos y vías para poder acceder a su derecho a la protección de la salud, en el caso que sea violentado. En ese sentido, los procesos y tiempos para poder acceder a tratamientos o servicios de salud, desde su diseño hasta su implementación, deben de poner en el centro a las personas con condiciones que afectan su salud.

6. Por último, se deben implementar políticas en materia de género con un enfoque interseccional dentro del Sistema Nacional de Salud, tanto del lado de quienes laboran en el sistema como de quienes son beneficiarios de este. Dado que existen tremendas inequidades por razones de género que han conllevado a que las mujeres se enfrenten a más barreras cuando requieren acceder a servicios de salud, batallen con estigmas sobre ciertas enfermedades o inclusive sean violentadas cuando sean atendidas por el personal del sistema. A la par, las mujeres que trabajamos en el sector salud también nos enfrentamos a múltiples vicisitudes aun cuando representamos un poco más del 70% de la fuerza laboral de ese sector lo cual no es proporcional al número de posiciones de liderazgo que ocupamos, ya que sólo el 25% estamos en posiciones de toma de decisiones. Por lo que es importante que se tenga perspectiva de género al diseñar, evaluar, e implementar los programas y políticas que afecten en especial a las mujeres y que se impulsen políticas afirmativas para que se abran más espacios de posiciones de liderazgo a las mujeres que somos parte del sector salud.

También es relevante que haya protocolos en caso de violencia de género en todos los subsistemas e instituciones, con mecanismos claros de denuncia y haya alguien que, dentro de sus facultades, tenga la obligación de darle seguimiento y respuesta a los casos en los que se dé una situación de violencia ya sea hacia el personal o a las beneficiarias; una política de tolerancia cero a la violencia es indispensable en todo el Sistema de Salud.

Si bien, faltan más puntos que me gustaría que las candidatas y candidatos contemplaran, considero que estos primeros seis puntos son un primer buen saque para que incluyan en sus agendas. No obstante, quisiera reforzar el último punto relativo a tener a políticas de género con un enfoque interseccional, ya que es importante señalar que al hacer políticas en salud es menester, por un lado, que estas apuntan a tener un rol redistributivo y por otro que tengan una función integradora de derechos. Lo cual se logrará, solamente considerando la interseccionalidad dado que es una categoría que es útil para reconocer situaciones de inequidades múltiples de un modo no fragmentado. Asimismo, es una herramienta que nos ayuda a que no perdamos de vista la diversidad propia de las poblaciones que usualmente son homogeneizadas, y también para visibilizar las diferentes relaciones de poder que configuran diferentes posiciones en la sociedad y acrecientan la brecha entre el acceso y el ejercicio de los derechos.

Por lo que, cuando se hagan políticas en salud es importante identificar las diferencias y las inequidades a las que se enfrentan las mujeres y sectores vulnerables, a quienes va dirigida porque si generalizamos estaremos dejando atrás a quienes históricamente han sido invisibilizadas e invisibilizados. Cierro de la misma forma, que en el texto que mencione al principio, porque tenemos que hacer eco de este mensaje en todos los espacios: solo poniendo en el centro a los grupos prioritarios o en mayor situación de vulnerabilidad es como lograremos tener un Sistema de Salud que se convierta en un motor de desarrollo para nuestro país. Sin Salud no hay futuro, y las mexicanas nos imaginamos un futuro en el que quepan muchos mundos.

Jefa de la causa de Salud y Bienestar de Nosotrxs y Coordinadora del Colectivo Cero Desabasto

@FridaRomayHgo

Por Frida Romay Hidalgo

En el marco del Día Mundial de la Salud, quiero dar continuidad y profundidad a un texto que escribí que se titula Propuestas para un futuro saludable en el que de forma muy puntual señala cuáles son los puntos torales que, a mi parecer, deben de considerar quien aspire a ser Presidenta o Presidente. En ese mismo tenor, quisiera ahondar en cada punto y que este mensaje sea en especial para todas las personas que están contendiendo para ocupar un cargo público en el poder ejecutivo o legislativo y para la población en general, que seremos quienes les elegiremos por medio de nuestro derecho al voto este 6 de junio.

Sin duda, una de las fortalezas de nuestro Sistema de Salud Mexicano es que la salud está reconocida por nuestro marco legal como un derecho humano que el gobierno tiene la obligación de garantizar a todas las personas, sin distinción alguna. Esto no es algo menor, ya que aún hay numerosos países donde la salud no es reconocida como un derecho o se nombra como tal, pero carece de los mecanismos institucionales y jurídicos para hacerlo valer. Sin embargo, es importante señalar que el simple hecho de que esté establecido en la ley no garantiza que se traduzca en la realidad que se vive día a día. De ser así, México sería un país donde se garantizarán los derechos humanos de todas las personas, se respetarán los derechos de los animales y se preservará el ambiente. Esto está muy lejos de la realidad que enfrentamos quienes vivimos en este país.

Los siguientes puntos que elegí son los torales, sin orden de importancia, que debieran de ser considerados por quien aspire a ocupar la presidencia o cualquier cargo en el servicio público para poder tener un Sistema Nacional de Salud que tenga un enfoque de equidad y justicia social:

1. Las personas que son afectadas por una condición de salud deben de tener un espacio en todos los lugares y encuentros en el que se tomen decisiones que les afecten directa o indirectamente. En ese espacio se tiene que garantizar no solo que se haga eco de lo que tengan que decir sino también que se tome en cuenta. No hay mayor experto en una enfermedad, que la propia persona que es afectada no solo en su salud sino como en diversos ámbitos por tener dicha condición.

2. Se debe fortalecer, ampliar, mejorar y homogeneizar el sistema nacional de información en salud. Es sorprendente, cómo los tomadores de decisiones hacen política pública con los datos que actualmente tenemos disponibles. Por lo que, con auxilio de la tecnología y la inteligencia artificial, debiera crearse un sistema de información en salud en el que se recaben datos del todo sector público, y algunos datos, de especial interés epidemiológico, en el sector privado. Los cuales puedan ser de fácil acceso para todas las personas, y en especial, para los profesionales sociosanitarios que toman decisiones que impactan en la salud no solo de las personas, sino también de los animales y el ambiente.

3. Que se impulse la creación e implementación de una política farmacéutica nacional que atienda las necesidades en salud de la población y tenga un enfoque social. En el que el lucro, no sea lo que se busque sino más bien que se optimice la utilización de los medicamentos, vacunas, e insumos médicos; se reduzcan las inequidades en el acceso y se asegure la calidad de estos en tanto el sector público como privado. El desabasto, lastimosamente, persiste en todos los rincones del país y afecta particularmente a los grupos más vulnerables y desde el Colectivo Cero Desabasto, nos hemos percatado, que sin una política farmacéutica difícilmente se garantizará el derecho a la salud de todas, todos y todes.

4. Que se priorice que el nuevo organismo público descentralizado, IMSS Bienestar, cuente con todos los instrumentos, recursos y presupuesto necesario para poder brindar servicios de salud a los 53.2 millones de personas que no cuentan con seguridad social, las cuales en su mayoría son personas en mayor condición de vulnerabilidad. Además, es importante que haya una gran campaña de comunicación en el que se haga eco del mensaje: La Salud es tu Derecho, no importando si tienes seguridad social o no.

5. Que se vigile y garantice el cumplimiento efectivo del derecho humano a la salud, el cual es reconocido en nuestra constitución, múltiples leyes, normas y tratados internacionales en materia de derechos humanos que México ha suscrito, en otras palabras, que lo establecido en la ley sea una realidad y no, solo parezca un escrito con lo que “debería ser o el ideal que aspiramos”. Es importante brindarles a las personas las herramientas para poder activar los mecanismos y vías para poder acceder a su derecho a la protección de la salud, en el caso que sea violentado. En ese sentido, los procesos y tiempos para poder acceder a tratamientos o servicios de salud, desde su diseño hasta su implementación, deben de poner en el centro a las personas con condiciones que afectan su salud.

6. Por último, se deben implementar políticas en materia de género con un enfoque interseccional dentro del Sistema Nacional de Salud, tanto del lado de quienes laboran en el sistema como de quienes son beneficiarios de este. Dado que existen tremendas inequidades por razones de género que han conllevado a que las mujeres se enfrenten a más barreras cuando requieren acceder a servicios de salud, batallen con estigmas sobre ciertas enfermedades o inclusive sean violentadas cuando sean atendidas por el personal del sistema. A la par, las mujeres que trabajamos en el sector salud también nos enfrentamos a múltiples vicisitudes aun cuando representamos un poco más del 70% de la fuerza laboral de ese sector lo cual no es proporcional al número de posiciones de liderazgo que ocupamos, ya que sólo el 25% estamos en posiciones de toma de decisiones. Por lo que es importante que se tenga perspectiva de género al diseñar, evaluar, e implementar los programas y políticas que afecten en especial a las mujeres y que se impulsen políticas afirmativas para que se abran más espacios de posiciones de liderazgo a las mujeres que somos parte del sector salud.

También es relevante que haya protocolos en caso de violencia de género en todos los subsistemas e instituciones, con mecanismos claros de denuncia y haya alguien que, dentro de sus facultades, tenga la obligación de darle seguimiento y respuesta a los casos en los que se dé una situación de violencia ya sea hacia el personal o a las beneficiarias; una política de tolerancia cero a la violencia es indispensable en todo el Sistema de Salud.

Si bien, faltan más puntos que me gustaría que las candidatas y candidatos contemplaran, considero que estos primeros seis puntos son un primer buen saque para que incluyan en sus agendas. No obstante, quisiera reforzar el último punto relativo a tener a políticas de género con un enfoque interseccional, ya que es importante señalar que al hacer políticas en salud es menester, por un lado, que estas apuntan a tener un rol redistributivo y por otro que tengan una función integradora de derechos. Lo cual se logrará, solamente considerando la interseccionalidad dado que es una categoría que es útil para reconocer situaciones de inequidades múltiples de un modo no fragmentado. Asimismo, es una herramienta que nos ayuda a que no perdamos de vista la diversidad propia de las poblaciones que usualmente son homogeneizadas, y también para visibilizar las diferentes relaciones de poder que configuran diferentes posiciones en la sociedad y acrecientan la brecha entre el acceso y el ejercicio de los derechos.

Por lo que, cuando se hagan políticas en salud es importante identificar las diferencias y las inequidades a las que se enfrentan las mujeres y sectores vulnerables, a quienes va dirigida porque si generalizamos estaremos dejando atrás a quienes históricamente han sido invisibilizadas e invisibilizados. Cierro de la misma forma, que en el texto que mencione al principio, porque tenemos que hacer eco de este mensaje en todos los espacios: solo poniendo en el centro a los grupos prioritarios o en mayor situación de vulnerabilidad es como lograremos tener un Sistema de Salud que se convierta en un motor de desarrollo para nuestro país. Sin Salud no hay futuro, y las mexicanas nos imaginamos un futuro en el que quepan muchos mundos.

Jefa de la causa de Salud y Bienestar de Nosotrxs y Coordinadora del Colectivo Cero Desabasto

@FridaRomayHgo