/ martes 13 de febrero de 2024

Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia

Por Cinthya Margarita Flores Félix

Por mucho tiempo la connotación femenina ha sido sinónimo de debilidad, incapacidad y en general de inferioridad. Históricamente, las mujeres tuvimos que permanecer calladas, obedeciendo, sin la posibilidad de réplica e incluso demeritando nuestras propias capacidades. Todo esto, en el entendido de cumplir con estereotipos sociales y el “deber ser” como mujer. Sin embargo; existen muchas mujeres que a lo largo de la historia han sido disruptivas dentro de los contextos que se desarrollaban, lo cual ha permitido contar con figuras referentes de capacidad, valor y aspiración aun cuando muchas veces nuestros entornos nos comunican lo contrario.

Es curioso como los temas relacionados a género aún causan bastante controversia, pues algunas personas afirman que existe la “igualdad”, y tanto hombres como mujeres tenemos los mismos espacios y oportunidades. Tal vez; sin embargo, la igualdad queda muy lejos de ser justa y los movimientos sociales aspiran hacia una “equidad” que permite un verdadero estado de “lo que es justo”.

En la actualidad, a pesar de la lucha por visibilizar estos temas, la estadística nos recuerda que aún queda mucho camino por recorrer y cambiar para cerrar brechas de género, específicamente en campos de ciencia. Según la UNESCO a pesar de existir un rendimiento parecido entre niños y niñas, los estereotipos continúan siendo un indicador importante para su desarrollo profesional, siendo las niñas poco alentadas a incursionar en campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). De igual manera, se comparte que solo el 35% de estudiantes de carreras relacionadas con las STEM son mujeres.

La agenda 2030 de la ONU nos alienta a seguir trabajando el compromiso de “no dejar a nadie atrás”, insistiendo en mejorar las desigualdades reproducidas de manera sistemática por la sociedad, dónde el sexo, género, origen étnico, entre otras, son determinantes para alcanzar un pleno desarrollo. Por otro lado, a pesar de que existen oportunidades de desarrollarnos como mujeres en estas áreas, quienes nos encontramos involucradas dentro de la ciencia, hoy en día también nos enfrentamos a la falta de liderazgo femenino, dónde la mayoría de representantes y tomadores de decisiones continúan siendo hombres.

A pesar de los esfuerzos, la UNESCO nos comparte que hasta la fecha sólo 22 mujeres han sido galardonadas con un premio nobel en disciplinas científicas. Es por ello, la importancia de conmemorar, pero sobre todo visibilizar estos días que nos permiten reflexionar las oportunidades con las que actualmente contamos, pero también, los retos que aún tenemos que conquistar a diario en nuestro día a día.

La importancia de contar con figuras a quienes su feminidad no les encasilla a ser débiles, dóciles e invisibles, permite que más niñas se sientan alentadas y seguras de que cuentan con la capacidad de desarrollar tantas habilidades y capacidades quieran. Las mujeres y las niñas en la ciencia, son merecedoras de ser escuchadas y tomadas en cuenta, de ser incluidas en la conversación y consideradas para liderar, pues muchas nos han demostrado que “hacerlo como niña” significa ser brillantes y capaces de conquistar los retos que se les presenten.

Coordinadora del Colectivo Médicxs en Formación

Twitter: @md_cinthyamff @medsenformación


Por Cinthya Margarita Flores Félix

Por mucho tiempo la connotación femenina ha sido sinónimo de debilidad, incapacidad y en general de inferioridad. Históricamente, las mujeres tuvimos que permanecer calladas, obedeciendo, sin la posibilidad de réplica e incluso demeritando nuestras propias capacidades. Todo esto, en el entendido de cumplir con estereotipos sociales y el “deber ser” como mujer. Sin embargo; existen muchas mujeres que a lo largo de la historia han sido disruptivas dentro de los contextos que se desarrollaban, lo cual ha permitido contar con figuras referentes de capacidad, valor y aspiración aun cuando muchas veces nuestros entornos nos comunican lo contrario.

Es curioso como los temas relacionados a género aún causan bastante controversia, pues algunas personas afirman que existe la “igualdad”, y tanto hombres como mujeres tenemos los mismos espacios y oportunidades. Tal vez; sin embargo, la igualdad queda muy lejos de ser justa y los movimientos sociales aspiran hacia una “equidad” que permite un verdadero estado de “lo que es justo”.

En la actualidad, a pesar de la lucha por visibilizar estos temas, la estadística nos recuerda que aún queda mucho camino por recorrer y cambiar para cerrar brechas de género, específicamente en campos de ciencia. Según la UNESCO a pesar de existir un rendimiento parecido entre niños y niñas, los estereotipos continúan siendo un indicador importante para su desarrollo profesional, siendo las niñas poco alentadas a incursionar en campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). De igual manera, se comparte que solo el 35% de estudiantes de carreras relacionadas con las STEM son mujeres.

La agenda 2030 de la ONU nos alienta a seguir trabajando el compromiso de “no dejar a nadie atrás”, insistiendo en mejorar las desigualdades reproducidas de manera sistemática por la sociedad, dónde el sexo, género, origen étnico, entre otras, son determinantes para alcanzar un pleno desarrollo. Por otro lado, a pesar de que existen oportunidades de desarrollarnos como mujeres en estas áreas, quienes nos encontramos involucradas dentro de la ciencia, hoy en día también nos enfrentamos a la falta de liderazgo femenino, dónde la mayoría de representantes y tomadores de decisiones continúan siendo hombres.

A pesar de los esfuerzos, la UNESCO nos comparte que hasta la fecha sólo 22 mujeres han sido galardonadas con un premio nobel en disciplinas científicas. Es por ello, la importancia de conmemorar, pero sobre todo visibilizar estos días que nos permiten reflexionar las oportunidades con las que actualmente contamos, pero también, los retos que aún tenemos que conquistar a diario en nuestro día a día.

La importancia de contar con figuras a quienes su feminidad no les encasilla a ser débiles, dóciles e invisibles, permite que más niñas se sientan alentadas y seguras de que cuentan con la capacidad de desarrollar tantas habilidades y capacidades quieran. Las mujeres y las niñas en la ciencia, son merecedoras de ser escuchadas y tomadas en cuenta, de ser incluidas en la conversación y consideradas para liderar, pues muchas nos han demostrado que “hacerlo como niña” significa ser brillantes y capaces de conquistar los retos que se les presenten.

Coordinadora del Colectivo Médicxs en Formación

Twitter: @md_cinthyamff @medsenformación