Las cartas políticas, las principales, ya están sobre la mesa. Se trata de las propuestas que los partidos políticos con registro, coaligados, están presentando a los mexicanos para tratar de ganar la elección presidencial de julio del 2018. Y no sólo la Presidencia de la República, también lucharán juntos para ganar senadurías y diputaciones federales.
Los partidos Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES) ya decidieron postular a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia. Es la tercera postulación del tabasqueño.
Los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) también ya decidieron postular al panista Ricardo Anaya, exdirigente nacional de su partido, para la presidencial.
Y los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista (PVEM) y Nueva Alianza (Panal) están postulando al ciudadano (no milita en ningún partido) José Antonio Meade, cinco veces ex secretario de estado y con una evidente amplia experiencia en el sector público.
Ya vendrán, cuando los plazos legales se cumplan, las postulaciones de los candidatos independientes. Se prevé, por el avance que llevan hasta ahora, que obtendrán su registro Jaime Rodríguez Calderón (El Bronco), gobernador de Nuevo León, y Margarita Zavala, expanista, esposa del expresidente Felipe Calderón. Probablemente también lo logre el senador Armando Ríos Peter (El Jaguar, le dicen).
De entre estos cinco o seis personajes (seis si los tres independientes mencionados líneas arriba logran su registro) los mexicanos deberán elegir al nuevo Presidente de la República, al que gobernará nuestro país durante los siguientes seis años, hasta el 2024. No es tema ni cosa menor. Seremos más de 87 millones de mexicanos los que podremos votar el primero de julio del 2018.
Entonces elegiremos a un Presidente de la República, a 128 senadores y 500 diputados federales del Congreso de la Unión. En las entidades federativas también se elegirá a ocho gobernadores y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México; a 972 diputados locales; a mil 596 presidentes municipales y sus respectivos cabildos; a 184 presidentes de juntas municipales.
Desde luego que la elección que más nos llama la atención, la que más participación conlleva y, por lo mismo, la que desata mayor competencia e incluso pasiones, es la de Presidente de la República. Y como mexicanos tenemos la obligación, el deber moral, de ir a depositar nuestro voto.
De entre las opciones que ya mencionamos debemos escoger muy bien. Ya sabemos que todos los partidos políticos tienen una base de militantes y que es natural esperar que esos militantes voten por la opción que les presenta su propio partido, pero también hay un enorme número de ciudadanos no militantes (incluso indecisos) que deberán tomar una decisión y votar por alguien. Y hay que hacerlo.
Si somos o no militantes de un partido, si nos simpatiza o no X o Y candidato, digamos que no importa eso, pero sí mucho que vayamos a depositar nuestro voto. Vivimos en un país de instituciones democráticas, fortalecidas en la experiencia, y también en el sufrimiento y lucha de muchas generaciones de mexicanos, por ello hay que usar esa democracia, participar de esa libertad que nos permite ir y votar por la opción que hayamos decidido.
Si ya tenemos sobre la mesa las cartas de los partidos políticos, si ya sabemos que entre los mencionados tenemos que elegir, entonces hagamos ese ejercicio último de análisis de cada uno, valoremos quiénes son, qué han hecho y votemos en consciencia por el México democrático, libre, de progreso, que queremos para nosotros y nuestros hijos.
Senador por el PRI
