/ lunes 13 de junio de 2022

Turistas electorales, nuevos enemigos de la democracia

Ejercer el voto es un derecho pero también una obligación ciudadana, por eso en cada elección se invita a las nuevas generaciones que votan por primera vez a no desperdiciar esa oportunidad; pues sólo así habrá más ciudadanos comprometidos y se disminuye el abstencionismo, que de acuerdo con el INE es entre 40 y 50% del total de votantes en las elecciones recientes.

Abstenerse de votar y las prácticas de comprar o condicionar los votos, impiden una verdadera democracia. El reto es para los jóvenes como nuevos votantes, ahora tienen que enfrentar las malas prácticas y peor aún, la 4T ha sumado atropellos a la Ley por hacer su voluntad. El peligro está en permitir como sociedad que los servidores públicos no respeten la Ley, incluso si no les gusta, abusen de su mayoría para cambiarla.

Me parece grave que nos acostumbremos a ver que muchos cargos en el gobierno estén ocupados por servidores públicos y dirigentes de MORENA que violan las leyes como si no hubiera consecuencia, pisotean instituciones electorales, o simplemente son turistas de vocación frustrada, que a la menor oportunidad se van de viaje, y no para reactivar la economía, sino para presumir su trabajo con la única intención de crecer su reputación política.

Si habláramos en términos de religión, estos abanderados de MORENA pecan de vanidad, -o “vanagloria” dirían algunos- pues buscan el reconocimiento social cuidando su imagen, pero en realidad no hay contenido ni propuesta, lo único que quieren es darse a conocer; por ejemplo, muchos cuestionan la necesidad de la Jefa de Gobierno por ser reconocida y vista en un Estado a miles de kilómetros del lugar que gobierna.

Hay casos cínicos de personajes que usan como pretexto el verdadero trabajo para agotar sus ganas de fama pública; por ejemplo miembros del Gabinete Federal como el Secretario de Gobernación, quien prefiere andar de gira que ocuparse de garantizar estabilidad en el país y gobernanza en todos los Estados; o el Canciller que en vez de posicionar al país para mayores inversiones, se dedica a satisfacer sus deseos de turista en el país, aprovechando cualquier pretexto para visitar cada lugar donde habrá elecciones.

Decimos ciertamente en la cultura mexicana que “no dan paso sin huarache”, basta ver lo acomedidos que son a pesar de ser servidores públicos, les gusta andar de gira dentro y fuera de su horario de trabajo, a cambio de una foto o de una nota que les ayudará con el futuro de su carrera política.

Este Turismo Electoral es una nueva práctica impuesta por MORENA y la 4T violando la Ley para lanzar candidatos, sin aportar algo positivo o motivar la participación ciudadana, teniendo presente en cada elección la tentación de estos servidores públicos por darse a notar y lucir su trabajo.

Apenas la semana pasada hubo elecciones para renovar 6 gobernaturas, y el resultado ha sido tema de debate porque fue una oportunidad para medir fuerzas entre partidos políticos y alianzas; sin embargo, no se habla de estos funcionarios en campaña permanente, o turistas electorales que sólo buscan el reflector y estar en boca de todos.

Por eso comparto con ustedes mi reflexión, ya que son muchos y complicados los retos a enfrentar en cada elección, para ahora sumar actos de vanagloria personal de quienes quieren ser candidatos de su partido que con sus actos atropellan derechos de la ciudadanía y se vuelven enemigos de la Democracia.

Lamentablemente ya hay un tema por el cual la 4T pasará a la historia, ya que no lograron desaparecer las peores prácticas del régimen que criticaron, sino que las perfeccionaron y volvieron más peligrosas; basta ver que todos siguen el ejemplo del inquilino de Palacio Nacional y están de forma permanente haciendo campaña aunque violen la Ley.

Ejercer el voto es un derecho pero también una obligación ciudadana, por eso en cada elección se invita a las nuevas generaciones que votan por primera vez a no desperdiciar esa oportunidad; pues sólo así habrá más ciudadanos comprometidos y se disminuye el abstencionismo, que de acuerdo con el INE es entre 40 y 50% del total de votantes en las elecciones recientes.

Abstenerse de votar y las prácticas de comprar o condicionar los votos, impiden una verdadera democracia. El reto es para los jóvenes como nuevos votantes, ahora tienen que enfrentar las malas prácticas y peor aún, la 4T ha sumado atropellos a la Ley por hacer su voluntad. El peligro está en permitir como sociedad que los servidores públicos no respeten la Ley, incluso si no les gusta, abusen de su mayoría para cambiarla.

Me parece grave que nos acostumbremos a ver que muchos cargos en el gobierno estén ocupados por servidores públicos y dirigentes de MORENA que violan las leyes como si no hubiera consecuencia, pisotean instituciones electorales, o simplemente son turistas de vocación frustrada, que a la menor oportunidad se van de viaje, y no para reactivar la economía, sino para presumir su trabajo con la única intención de crecer su reputación política.

Si habláramos en términos de religión, estos abanderados de MORENA pecan de vanidad, -o “vanagloria” dirían algunos- pues buscan el reconocimiento social cuidando su imagen, pero en realidad no hay contenido ni propuesta, lo único que quieren es darse a conocer; por ejemplo, muchos cuestionan la necesidad de la Jefa de Gobierno por ser reconocida y vista en un Estado a miles de kilómetros del lugar que gobierna.

Hay casos cínicos de personajes que usan como pretexto el verdadero trabajo para agotar sus ganas de fama pública; por ejemplo miembros del Gabinete Federal como el Secretario de Gobernación, quien prefiere andar de gira que ocuparse de garantizar estabilidad en el país y gobernanza en todos los Estados; o el Canciller que en vez de posicionar al país para mayores inversiones, se dedica a satisfacer sus deseos de turista en el país, aprovechando cualquier pretexto para visitar cada lugar donde habrá elecciones.

Decimos ciertamente en la cultura mexicana que “no dan paso sin huarache”, basta ver lo acomedidos que son a pesar de ser servidores públicos, les gusta andar de gira dentro y fuera de su horario de trabajo, a cambio de una foto o de una nota que les ayudará con el futuro de su carrera política.

Este Turismo Electoral es una nueva práctica impuesta por MORENA y la 4T violando la Ley para lanzar candidatos, sin aportar algo positivo o motivar la participación ciudadana, teniendo presente en cada elección la tentación de estos servidores públicos por darse a notar y lucir su trabajo.

Apenas la semana pasada hubo elecciones para renovar 6 gobernaturas, y el resultado ha sido tema de debate porque fue una oportunidad para medir fuerzas entre partidos políticos y alianzas; sin embargo, no se habla de estos funcionarios en campaña permanente, o turistas electorales que sólo buscan el reflector y estar en boca de todos.

Por eso comparto con ustedes mi reflexión, ya que son muchos y complicados los retos a enfrentar en cada elección, para ahora sumar actos de vanagloria personal de quienes quieren ser candidatos de su partido que con sus actos atropellan derechos de la ciudadanía y se vuelven enemigos de la Democracia.

Lamentablemente ya hay un tema por el cual la 4T pasará a la historia, ya que no lograron desaparecer las peores prácticas del régimen que criticaron, sino que las perfeccionaron y volvieron más peligrosas; basta ver que todos siguen el ejemplo del inquilino de Palacio Nacional y están de forma permanente haciendo campaña aunque violen la Ley.