/ sábado 14 de octubre de 2017

Pesos y contrapesos; la coordinación necesaria

La democracia representativa, como la que vivimos en nuestro país, tiene uno de sus fundamentos en el equilibrio de los poderes. En los llamados pesos y contrapesos que hacen posible la funcionalidad del gobierno, el respeto y la aplicación de las leyes, la impartición de la justicia y la protección de la sociedad que, al final, es la que da sustento a lo que conocemos como Estado mexicano.

Por ello es muy importante que los llamados poderes de la unión: Legislativo (que integran las cámaras de Diputados y Senadores), Ejecutivo (el presidente de la República y todas las secretarías y organismos que ayudan a cumplir su función) y el Judicial (la Suprema Corte de Justicia de la Nación y todo el sistema judicial) trabajen coordinadamente en el fin último que es servir a la sociedad.

Valga decir el pleonasmo que a los servidores públicos de los poderes de la unión nos eligen (de distinta manera en el caso de los magistrados y jueces) con el objetivo de servir a los ciudadanos, a la sociedad de la que provenimos todos. Por ellos es indispensable, dijimos antes, la coordinación entre nosotros, la vigilancia, el cumplimiento irrestricto de los ordenamientos legales y la rendición de cuentas.

Y en esta tarea establecida en la ley estamos los senadores en estos días. Atendemos, en razón del equilibrio de poderes, de esa rendición de cuentas y de esa vigilancia que nos ordena la ley para servir al pueblo, en la llamada “glosa” del V Informe del presidente Enrique Peña Nieto, rendido el pasado 1de septiembre.

Por esta razón están acudiendo al Senado de la República los secretarios del gabinete presidencial. Porque es importante para nosotros, los representantes de cada entidad federativa, de los ciudadanos, que estos servidores públicos puedan explicar con mayor detenimiento lo que informó el presidente Peña.

Que también despejen nuestras dudas y escuchen nuestras preguntas, incluso los reclamos que algunos representantes populares hacen porque no están de acuerdo con lo informado o porque sus propios criterios políticos les indican ir en sentido contrario. En todo caso, como dicta la más elemental cortesía, hay que respetar no insultar, no ofender.

Esta semana que termina estuvieron en el Senado los  secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray; de Hacienda, José Antonio Meade. El tema al que se refirieron con mayor énfasis, porque así lo marcaron también las preguntas de los senadores de las distintas fuerzas políticas, fue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte que ahora está en negociaciones.

Ambos secretarios nos dijeron que México es mucho más grande que el Tratado de Libre Comercio, ante la eventualidad de que pudiera terminarse por la postura ambigua e incluso irresponsable del presidente norteamericano Donald Trump. El gobierno de México ya analiza los impactos que pudiera tener en distintas áreas de la economía la posible ruptura del Tratado, sin embargo, es claro también que el equipo negociador nuestro, incluso el de Canadá, hacen esfuerzos para mantenerlo e incluso mejorarlo en favor de los tres países.

Este jueves, de visita en México, el primer ministro canadiense Justin Trudeau, y el propio presidente Peña, se pronunciaron por seguir trabajando para lograr una actualización del Tratado que beneficie a las tares partes.

Sin embargo, Meade subrayó que se pueden buscar otros mercados y la manera de sustituir importaciones. Es cierto lo que apuntó el secretario de Hacienda, aunque haya parecido chacoteo: “Marginar a México es un objetivo de Trump. Quiere una Norteamérica sólo para güeros que hablen inglés”.

Hay que decir de paso que, para el Senado de la República, saber exactamente de temas de política exterior como es el caso del Tratado de Libre Comercio, es prioritario pues es una de nuestras obligaciones constitucionales.

En los próximos días recibiremos en el Senado a otros secretarios del gabinete presidencial y estaremos atentos a lo que nos expliquen sobre las acciones ejecutivas del gobierno, pero también hacer las preguntas y cuestionamientos necesarios para que el pueblo de México se entere con precisión y claridad qué hacen, cómo lo hacen y por qué lo hacen las autoridades.

 

Senador del PRI

La democracia representativa, como la que vivimos en nuestro país, tiene uno de sus fundamentos en el equilibrio de los poderes. En los llamados pesos y contrapesos que hacen posible la funcionalidad del gobierno, el respeto y la aplicación de las leyes, la impartición de la justicia y la protección de la sociedad que, al final, es la que da sustento a lo que conocemos como Estado mexicano.

Por ello es muy importante que los llamados poderes de la unión: Legislativo (que integran las cámaras de Diputados y Senadores), Ejecutivo (el presidente de la República y todas las secretarías y organismos que ayudan a cumplir su función) y el Judicial (la Suprema Corte de Justicia de la Nación y todo el sistema judicial) trabajen coordinadamente en el fin último que es servir a la sociedad.

Valga decir el pleonasmo que a los servidores públicos de los poderes de la unión nos eligen (de distinta manera en el caso de los magistrados y jueces) con el objetivo de servir a los ciudadanos, a la sociedad de la que provenimos todos. Por ellos es indispensable, dijimos antes, la coordinación entre nosotros, la vigilancia, el cumplimiento irrestricto de los ordenamientos legales y la rendición de cuentas.

Y en esta tarea establecida en la ley estamos los senadores en estos días. Atendemos, en razón del equilibrio de poderes, de esa rendición de cuentas y de esa vigilancia que nos ordena la ley para servir al pueblo, en la llamada “glosa” del V Informe del presidente Enrique Peña Nieto, rendido el pasado 1de septiembre.

Por esta razón están acudiendo al Senado de la República los secretarios del gabinete presidencial. Porque es importante para nosotros, los representantes de cada entidad federativa, de los ciudadanos, que estos servidores públicos puedan explicar con mayor detenimiento lo que informó el presidente Peña.

Que también despejen nuestras dudas y escuchen nuestras preguntas, incluso los reclamos que algunos representantes populares hacen porque no están de acuerdo con lo informado o porque sus propios criterios políticos les indican ir en sentido contrario. En todo caso, como dicta la más elemental cortesía, hay que respetar no insultar, no ofender.

Esta semana que termina estuvieron en el Senado los  secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray; de Hacienda, José Antonio Meade. El tema al que se refirieron con mayor énfasis, porque así lo marcaron también las preguntas de los senadores de las distintas fuerzas políticas, fue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte que ahora está en negociaciones.

Ambos secretarios nos dijeron que México es mucho más grande que el Tratado de Libre Comercio, ante la eventualidad de que pudiera terminarse por la postura ambigua e incluso irresponsable del presidente norteamericano Donald Trump. El gobierno de México ya analiza los impactos que pudiera tener en distintas áreas de la economía la posible ruptura del Tratado, sin embargo, es claro también que el equipo negociador nuestro, incluso el de Canadá, hacen esfuerzos para mantenerlo e incluso mejorarlo en favor de los tres países.

Este jueves, de visita en México, el primer ministro canadiense Justin Trudeau, y el propio presidente Peña, se pronunciaron por seguir trabajando para lograr una actualización del Tratado que beneficie a las tares partes.

Sin embargo, Meade subrayó que se pueden buscar otros mercados y la manera de sustituir importaciones. Es cierto lo que apuntó el secretario de Hacienda, aunque haya parecido chacoteo: “Marginar a México es un objetivo de Trump. Quiere una Norteamérica sólo para güeros que hablen inglés”.

Hay que decir de paso que, para el Senado de la República, saber exactamente de temas de política exterior como es el caso del Tratado de Libre Comercio, es prioritario pues es una de nuestras obligaciones constitucionales.

En los próximos días recibiremos en el Senado a otros secretarios del gabinete presidencial y estaremos atentos a lo que nos expliquen sobre las acciones ejecutivas del gobierno, pero también hacer las preguntas y cuestionamientos necesarios para que el pueblo de México se entere con precisión y claridad qué hacen, cómo lo hacen y por qué lo hacen las autoridades.

 

Senador del PRI