/ lunes 2 de septiembre de 2019

Un informe de ocurrencias

Ha iniciado la época del año en la que la Presidencia de la República depliega una campaña mediática para informar sobre los logros de su gestión, pero este año además de ocurrecias parece que la promoción está centrada en mentiras porque estamos lejos de que se cumplan los objetivos que se fijó en campaña el presidente López Obrador.

Para empezar el tema de seguridad porque es la principal preocupación de los mexicanos. En su promocional, el presidente López Obrador aparece con el Gabinete de Seguridad (secretarios de Defensa, Marina, Gobernación y Seguridad Pública y el Comandante de la Guardia Nacional) a sus espaldas diciendo que se reunen todos los días de seis a siete de la mañana a tomar las decisiones para garantizar la paz y la tranquilidad de los mexicanos. Si a eso se reúnen el fracaso es evidente.

Más del 70% de los mexicanos se siente inseguro y todos los delitos de alto impacto están al alza, además, por pacto o por incopetencia, parece que el gobierno renunció a combartir muchos crímenes y la prueba está en la drástica disminución de los decomisos de estupefacientes. Estamos en los niveles más altos de la historia de homicidios, feminicidios, robo a negocio, robo de vehículo, narcomenudeo, secuestros y extorciones. No sólo no han podido “garantizar la paz y la tranquilidad de los mexicanos” sino que nos han llevado al México más violento y más inseguro de la historia.

En materia económica las cosas no son mejores. Mientras el presidente presume que el avión presidencial ya no se usa, los mexicanos tenemos que pagar 451.1 millones de pesos al año (más gastos de opeación y mantenimiento) para que esté parado en un hangár de Estados Unidos y el presidente, junto con nutridas comitivas, viaja en líneas comerciales pagando boletos. Sólo había una forma más cara de hacer los viajes presidenciales y es precisamente como lo están haciendo. La generación de empleo en julio pasado disminuyó 69.4% y se han perdido más de 72 mil empleos en lo que va del gobierno.

López Obrador presume que es un hombre de palabra y que por eso la gasolina no ha subido, pero el compromiso que hizo repetidamente en campaña no fue que “no subiría” fue que bajaría de precio y eso no ha sucedido. También presume que ya no lo cuidan “ocho mil elemenos del Estado Mayor Presidencial” pero lo que cambió es el nombre. La protección del Ejército continúa.

El crecimiento ha caido a 0%, la invesión (pública y privada) se ha desplomado drásticamente y prácticamente cada mes ajustan los pronósiticos de crecimiento a la baja. No está de más recordarle a quien se jacta de ser un “hombre de palabra y que los compromisos se cumplen” que se comprometió a que México crecería al 6% en campaña y cuando menos el primer y segundo año ya es un hecho que no pasó.

El cuidado del medio ambiente, el respeto a las instituciones democráticas, a la división de poderes, a los organizmos autónomos y a la libertad de expresión están olvidados, y entre justificaciones en el pasado y justificaciones de austeridad están reconociendo el fracaso de la gestión.

México va en retroceso y no parece haber conciencia de ello en el gobierno. Su campaña triufalista contrasta con la realidad a la que nos enfrentamos todos los días los mexicanos y mientras no haya conciencia de la realidad, no puede haber expectativa de cambio.

@JCRomeroHicks

Ha iniciado la época del año en la que la Presidencia de la República depliega una campaña mediática para informar sobre los logros de su gestión, pero este año además de ocurrecias parece que la promoción está centrada en mentiras porque estamos lejos de que se cumplan los objetivos que se fijó en campaña el presidente López Obrador.

Para empezar el tema de seguridad porque es la principal preocupación de los mexicanos. En su promocional, el presidente López Obrador aparece con el Gabinete de Seguridad (secretarios de Defensa, Marina, Gobernación y Seguridad Pública y el Comandante de la Guardia Nacional) a sus espaldas diciendo que se reunen todos los días de seis a siete de la mañana a tomar las decisiones para garantizar la paz y la tranquilidad de los mexicanos. Si a eso se reúnen el fracaso es evidente.

Más del 70% de los mexicanos se siente inseguro y todos los delitos de alto impacto están al alza, además, por pacto o por incopetencia, parece que el gobierno renunció a combartir muchos crímenes y la prueba está en la drástica disminución de los decomisos de estupefacientes. Estamos en los niveles más altos de la historia de homicidios, feminicidios, robo a negocio, robo de vehículo, narcomenudeo, secuestros y extorciones. No sólo no han podido “garantizar la paz y la tranquilidad de los mexicanos” sino que nos han llevado al México más violento y más inseguro de la historia.

En materia económica las cosas no son mejores. Mientras el presidente presume que el avión presidencial ya no se usa, los mexicanos tenemos que pagar 451.1 millones de pesos al año (más gastos de opeación y mantenimiento) para que esté parado en un hangár de Estados Unidos y el presidente, junto con nutridas comitivas, viaja en líneas comerciales pagando boletos. Sólo había una forma más cara de hacer los viajes presidenciales y es precisamente como lo están haciendo. La generación de empleo en julio pasado disminuyó 69.4% y se han perdido más de 72 mil empleos en lo que va del gobierno.

López Obrador presume que es un hombre de palabra y que por eso la gasolina no ha subido, pero el compromiso que hizo repetidamente en campaña no fue que “no subiría” fue que bajaría de precio y eso no ha sucedido. También presume que ya no lo cuidan “ocho mil elemenos del Estado Mayor Presidencial” pero lo que cambió es el nombre. La protección del Ejército continúa.

El crecimiento ha caido a 0%, la invesión (pública y privada) se ha desplomado drásticamente y prácticamente cada mes ajustan los pronósiticos de crecimiento a la baja. No está de más recordarle a quien se jacta de ser un “hombre de palabra y que los compromisos se cumplen” que se comprometió a que México crecería al 6% en campaña y cuando menos el primer y segundo año ya es un hecho que no pasó.

El cuidado del medio ambiente, el respeto a las instituciones democráticas, a la división de poderes, a los organizmos autónomos y a la libertad de expresión están olvidados, y entre justificaciones en el pasado y justificaciones de austeridad están reconociendo el fracaso de la gestión.

México va en retroceso y no parece haber conciencia de ello en el gobierno. Su campaña triufalista contrasta con la realidad a la que nos enfrentamos todos los días los mexicanos y mientras no haya conciencia de la realidad, no puede haber expectativa de cambio.

@JCRomeroHicks