/ sábado 30 de noviembre de 2019

La moviola

Hansel y Gretel para millennials.


@lamoviola

-Estamos perdidos, sollozó Gretel

No te preocupes, hermanita –la consoló Hansel- encontraré la solución.

Colección de cuentos de Los Hermanos Grimm.

La Cabaña Siniestra (Veronika Franz, Severin Fiala, 2018), resulta una pieza de sutil estridencia. No así, por cierto, el título en español - el original es The Lodge que resulta más acorde con el espíritu de la trama-. Porque el filme parte -a manera de recurso, casi trampa en la que el espectador cae-, de las herramientas del cine de horror con aparente pureza genérica pero su construcción es más compleja.

En realidad, lo que vemos es la invitación para que el espectador regrese a sus impulsos básicos. En el libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas, escrito por el psicólogo Bruno Bettelheim en 1976, se hace un análisis del trasfondo que guardan muchas de estas leyendas infantiles. El horror y el terror en el cine, se sirven de estas bases.

Con guión de Sergio Casci, un especialista en televisión y de los mismos realizadores, además de la inquietante fotografía de Thimios Bakatakis, que ahoga al espectador con espacios cerrados y una sensación de estar presente en el escenario de los acontecimientos desde una perspectiva superior al estilo Hitchcock , la película parte del false horror.

Una pieza en apariencia mínima que en el exterior parece artesanal, pero que su belleza visual y complejidad en los personajes la exentan de este término para entregar una fina pieza de horror y terror psicológico.

Richard (Richard Armitage), pide el divorcio a la histérica Laura (Alicia –todavía ando circulando- Silverstone) , mientras ella da permiso a sus hijos de comprar dulces sin edulcorantes, azúcar ni químicos. La mujer al llegar a su casa se suicida.

Aidan (Jaeden Martell) y Mia (Lia McHugh) se encuentran meses después sin superar el luto por la muerte de su madre. Richard les anuncia que se va a casar pronto y quiere conozcan a su pareja, la misteriosa Grace (Riley Keough), quien para colmo de niña, sobrevivió a una secta en la que su padre era el líder. Lo anterior lo encuentran en internet los querubines de marras.

La nueva familia pasará un fin de semana en una cabaña, pero un compromiso de trabajo hace que Richard –atinado como es-, deje a niños y aparente bruja solos. Para colmo producto de la nieve se va la luz y ahí comienza lo bueno.

Una imagen de padre débil a manera de figura masculina, la torva bruja del cuento y dos niños desamparados dan los elementos clásicos para una torva historia que apela a la inteligencia del espectador pero también a sus recursos básicos.

Pero para regresar al origen nada debe ser lo parece. El filme es muestra de que sin pantalla verde se pueden dar saltos en la butaca.



Hansel y Gretel para millennials.


@lamoviola

-Estamos perdidos, sollozó Gretel

No te preocupes, hermanita –la consoló Hansel- encontraré la solución.

Colección de cuentos de Los Hermanos Grimm.

La Cabaña Siniestra (Veronika Franz, Severin Fiala, 2018), resulta una pieza de sutil estridencia. No así, por cierto, el título en español - el original es The Lodge que resulta más acorde con el espíritu de la trama-. Porque el filme parte -a manera de recurso, casi trampa en la que el espectador cae-, de las herramientas del cine de horror con aparente pureza genérica pero su construcción es más compleja.

En realidad, lo que vemos es la invitación para que el espectador regrese a sus impulsos básicos. En el libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas, escrito por el psicólogo Bruno Bettelheim en 1976, se hace un análisis del trasfondo que guardan muchas de estas leyendas infantiles. El horror y el terror en el cine, se sirven de estas bases.

Con guión de Sergio Casci, un especialista en televisión y de los mismos realizadores, además de la inquietante fotografía de Thimios Bakatakis, que ahoga al espectador con espacios cerrados y una sensación de estar presente en el escenario de los acontecimientos desde una perspectiva superior al estilo Hitchcock , la película parte del false horror.

Una pieza en apariencia mínima que en el exterior parece artesanal, pero que su belleza visual y complejidad en los personajes la exentan de este término para entregar una fina pieza de horror y terror psicológico.

Richard (Richard Armitage), pide el divorcio a la histérica Laura (Alicia –todavía ando circulando- Silverstone) , mientras ella da permiso a sus hijos de comprar dulces sin edulcorantes, azúcar ni químicos. La mujer al llegar a su casa se suicida.

Aidan (Jaeden Martell) y Mia (Lia McHugh) se encuentran meses después sin superar el luto por la muerte de su madre. Richard les anuncia que se va a casar pronto y quiere conozcan a su pareja, la misteriosa Grace (Riley Keough), quien para colmo de niña, sobrevivió a una secta en la que su padre era el líder. Lo anterior lo encuentran en internet los querubines de marras.

La nueva familia pasará un fin de semana en una cabaña, pero un compromiso de trabajo hace que Richard –atinado como es-, deje a niños y aparente bruja solos. Para colmo producto de la nieve se va la luz y ahí comienza lo bueno.

Una imagen de padre débil a manera de figura masculina, la torva bruja del cuento y dos niños desamparados dan los elementos clásicos para una torva historia que apela a la inteligencia del espectador pero también a sus recursos básicos.

Pero para regresar al origen nada debe ser lo parece. El filme es muestra de que sin pantalla verde se pueden dar saltos en la butaca.